JURASSIC WORLD 2
Es difícil hacer una crítica imparcial de una película cuando la experiencia de verla ha sido tan nefasta.
Y es que los cines, desde hace mucho, ya no son lo que eran. La gente ya no va al cine a disfrutar de una película, sino porque no tiene otro plan mejor, porque le obligan sus parejas o amigos, porque en la calle hace frío (o calor) y quieren hacerse un picnic a cubierto o simplemente, las nuevas generaciones (y algún que otro ser humano ya crecidito) son unos maleducados de mierda que no pueden estarse quietos y callados durante dos horas. Deslumbramientos con el móvil, vídeos de Youtube con sonido (si no te gusta la película salte y exige la devolución del dinero, o coño, al menos ponte cascos!), constantes teléfonos sonando (han cambiado el anuncio al que tan acostumbrados nos tenían de “apaguen sus teléfonos móviles” por 20 minutos de anuncios de Bancos, Cajas de Ahorros, compañías de seguros, etc. y claro, así nos va…), gente haciendo un insoportable ruido mientras come (pero por si el ruidos de las palomitas no fuese suficientemente molesto, la gente introduce bolsitas de plástico compradas en el “Alimentación” de la esquina e incluso tappers de comida traídos desde casa), gente que decide hablar con sus amiguetes de cómo le ha ido durante el día (no me importa que tu jefe sea imbécil, estamos en el cine; y tampoco me importan tus comentarios acerca de la peli, coméntala cuando salgas) y por último y no por ello menos molesto, los niños (o bien lloran, o bien mientras no hay bichos en la pantalla corretean por la sala como si estuvieran en el patio de su casa; padres del mundo, un poquito de por favor!). REALMENTE INSOPORTABLE. Lejos quedan aquellos tiempos donde el acomodador decía donde sentarte, y no tener que levantar de TU propio asiento al listillo de turno que se ha comprado asientos en primera fila ( pensabas que no me iba a enterar de que estás en mi sitio, gilipollas?) o que, cuando podrías estar molestando al resto de personas te llamaban la atención ( o te echaban). El cine ya no es un cine, es un patio de colegio a 12 € la entrada.
Pero en fin, esta reseña se supone que es sobre la película JURASSIC WORLD 2, y a pesar de seguir utilizando la aberrante fórmula de inventarse otro dinosaurio supersónico bautizado ésta vez como el inadmisible INDOMINUS RAPTOR (en serio, guionistas, coged un puto libro de dinosaurios, de esos que todos tuvimos de niños, o incluso unos cromos, y veréis que no os hace falta inventaros nada; no tratéis de convertir la “originalidad” en sinónimo de “como Poochie pero más dinámico”) la película funciona. Y vaya si funciona, son dos horas de acción, a veces tensión, y un argumento que si bien no termina de extenderse en ninguna de los temas trascendentales que propone (aprendiz de mucho maestro de nada) sales del cine con la sensación de haber visto una buena película, incluso aunque en el fondo de tu corazón sabes que realmente, no lo es tanto.
Estos temas trascendentales que comentaba son principalmente dos, los derechos de los animales por un lado (dinosaurios en este caso), los límites del uso de la ingeniería genética (y no sólo en dinosaurios…) por otro. El mensaje animalista de ésta película es clarísimo, pero si echamos la vista atrás en la saga, en realidad no es tan novedoso (por lo que pasados 20 años vemos, los pocos avances logrados en éste campo). Y es que “El mundo perdido” ya hablaba de todo esto, y en ocasiones, sobre todo durante la primera hora de película, no sé si estoy viendo una nueva película de 2018 o un “Mundo perdido: George Lucas Director´s cut“. Frases como “llevan INGEN escrito en el fuselaje!” vienen a la memoria (aunque no la digan en ningún momento) cuando ves el despliegue argumental de los “caza dinosaurios”, bastante similar a la que protagonizaban Ian Malcom y Sarah Harding antaño, por no hablar de la escena en lo alto de una colina mirando con unos prismáticos el trabajo de las versiones malvadas de Cocodrilo Dundee, a los cuales parece que les pagan por maltratar a los animales a propósito, para darnos a entender sin ningún tipo de duda ni misterio, quiénes son los malos de la peli de verdad ( supongo que lo hacen por si esos especímenes sin cerebro que se han traído al cine un tapper de tortilla de patatas no lo pillan, porque jobar, es un argumento muy complejo…). Eso sí, han cambiado a la hija de color de Ian Malcom por una versión hindú de Tapón de Indiana Jones (esta gente de Hollywood otra cosa no, pero ante todo respetan la diversidad étnica y cultural). Lo poco de diferente que veo con respecto a la antigua es que ésta vez hay un volcán (y por cierto, la escena de la erupción es brutal!).
Pasada la parte de la isla y pseudocopia de la segunda parte de la saga original de Jurassic Park, nos cambian de escenario por completo y nos trasladan al mundo de los millonetis caprichosos que quieren a los dinosaurios, algunos de ellos de mascotas, otros como armas biológicas (si, como los de WEYLAND en ALIEN), descubriéndose así el motivo real para lo que han ido los “ecologistas” a la isla del ya totalmente destruido Zoo Jurásico,(a la isla de la primera peli claro, de la segunda isla seguimos sin saber nada), que no es a rescatar a los dinosaurios si no a sacar beneficio económico de ellos: MUAJAJAJA (risa maligna, guiño, guiño), dando así, junto con el cambio de escenario, un pequeño giro en cuanto al sentido de la película, que pasa del animalismo a los pros y los contras de la manipulación genética.
En ésta segunda parte de la peli es donde más guiños hay para nostálgicos a las primeras películas, como la garra del raptor golpeando el suelo, o la niña escondiéndose en el montacargas y el Raptor ostiándose contra la puerta, casi casi como en la escena de la cocina de la película original. Sólo ha faltado que destruyan la estrella de la Muerte metiendo una bomba por un pequeño conducto de ventilación por tercera vez… Y bueno, digo raptor porque utilizar la palabra INDOMINUS me sigue pareciendo una aberración. Y es que señoras y señores, el único Raptor de la película es BLUE, un raptor de buen corazón y casi amaestrado, que aunque sobre papel no funciona, lo cierto es que en la película queda muy bien, salvando en varias ocasiones a los protagonistas humanos. Me encantan también los vídeos registrados que encuentra la niña en donde se ve la evolución de cómo van adiestrando a los raptores desde “bebés” y cómo BLUE es completamente diferente.
El nivel de actuación deja mucho que desear. «Star-lord» sigue en su línea plana de siempre, no sé si algún día hará como Jim Carrie y demostrará que es un actor de verdad. La que sí destaca (aunque menos que en la primera parte de Jurassic World) es Bryce Dallas Howard, convertida en ésta secuela en una gran defensora de los animales, que creo que está a una película más de convertirse en la favorita de Hollywood en los próximos 15 o 20 años. Lo mejor de la película es sin duda, ella, y a la vez, lo más desaprovechado. El resto de actores, tanto buenos como malignos, no destacan por su actuación (ni por nada en general…).
En resumen, una película con un argumento flojísimo, una actuación plana y unos dinosaurios fatal elegidos, pero que, ante todo pronóstico, engaña al espectador (me incluyo), haciéndote pasar dos horas muy entretenidas y con ganas tanto de volver a repetir, como de que hagan otra continuación. Más JURASSIC WORLD PAR FAVAR!
NOTA: 8
ZETH
