«Buenas, amigos. Nos presentamos: somos Farragua y esto no es un grupo, es una venganza».
Así, sin hostias ni ná, pura actitud con la que se nos presentan los chicos de Farragua, desde Plasencia, Cáceres, un grupo que viene con las ideas muy, muy claras, hacer rock’n’roll de aquí, con nuestro sello identitario sin más pretensiones, y así con eso nos hacen llegar un trabajo como es «Ver, Oír Y Cantar» el disco que voy a tratar de hacer ver y sentir entre mis párrafos. Precede a este disco una espera de cuatro años y algunos meses, desde que se publicó el trabajo anterior «Ahora sí que estamos bien» por lo que la espera se ha hecho prolongada.
A nadie le extraña en el recuerdo una época en la que el rock español reinó, a pesar de los Mass media, en las calles, un rock que era urbano, lleno de amargura y denuncia social, y no poco cachondeo y delirios etílicos. Mucho de Extremoduro, algo menos de Platero y tú, Leize y hoy día Marea, son adalides de este movimiento, y Farragua beben sin complejos de este crisol intemporal, que, según suena este trabajo, sigue siendo vigente por su crudeza musical, y por su vigencia atemporal como ya he dicho.
No hay nada que revolucione el percal, el grupo no busca volverte loco, simplemente firmar nueve canciones que les salen de dentro, viscerales, y que si te va el rollo que he comentado antes, como mínimo, te harán pasar un buen rato.
Me ha gustado el disco, porque yo ya pasé página de este estilo, y escuchar las canciones de este trabajo me ha recordado tiempos pretéritos de elásticos, golfeo y mucha cerveza, por eso os recomiendo del disco cogerlo sin pretensiones y disfrutar de cortes como «Nuestros sueños Tropezando» un corte que entra electrificado y de melodía pegadiza, muy del tiempo callejero de unos Marea, con lírica adhesiva y que pide fiesta en la melodía. Así sin respirar nos metemos con la belleza de la armonía de entrada de «Como Un Huracán» que se abre a la poesía callejera eléctrica que ondeo los Extremo en su dia y que Farragua cogen el guante en este tema.
Seguimos con «Soy Preso» dando más caña en el estribillo y en la base rítmica, sobre todo en la melodía del bajo, para dar con otro tema que bebe de la escuela Extremo en su versión mas canalla y eléctrica, eso si, con un punto particular por parte del grupo. No dejamos de movernos en la escucha con el siguiente corte «Elegía» un corte mas de la escuela Colibrí Diaz y Kutxi Romero, igualmente eléctrico e intenso, muy de estribillo cabalgante y lírica rota. Buen tema, pegadizo y crujiente.
No perdemos comba con el siguiente corte, «Solsticio» otro corte mesurado y de armonía eléctrica, como todo buen álbum rockero necesita para enfatizar los cortes más salvajes. «Cosas Del Azar» entra con las guitarras afiladas y consigue, de nuevo, un tema adictivo y netamente golfo y canalla, un corte callejero muy del estilo Leize. Sin dejar de coger un respiro nos metemos con «Mensaje A La Deriva» que me llama menos la atención por qué es puro Extremoduro, aunque admito que por calidad no desentonaría dentro de un álbum de Robe.
También tenemos otro corte en el álbum como es «Bésame Otra Vez» un tema que va entrando suave como los buenos licores y poco a poco va cogiendo cuerpo rockero, poesía de calle, enganchando por la melodía al oyente. A renglón seguido nos metemos en «Tú Barco Y Yo Deriva» quizás uno de los cortes más sofisticados en las melodías del grupo, crujiente y con una buena dosis de voltaje rockero.
Hay que reconocer que el buen rock no entiende de épocas, y el disco se degusta rápido y con buen cuerpo, dejando un buen poso, ya preparado por sus notables influencias que nos han formado desde jóvenes en esto del rock y que Farragua a cogido el guante para seguir rockeando.
Josean Zombie.
