En el mundo del rock, en el mundo que habitamos algunos, podemos ser testigos, de que a pesar de ser algo que nos enorgullece decir, estamos encasillados en normas, dogmas y lineas que nos se deben transgredir para no enfurecer al fan Taliban que no desea que cambien las cosas.
Por eso este grupo me gusta tanto… nuestros Guano Apes españoles, los increíbles Docka Pussel, los cuales han firmado un disco fresco, salvaje por todos sus poros, y netamente irreverente, divertido, y ya pueden afirmar que salirse de los dogmas y estrecheces estilísticas pueden dar un discazo como es este «Animal Queendom», toda una experiencia de nueve temas que a buen seguro no te dejaran indiferente.
Docka Pussel son realmente indefinibles. Inquietos en su espectro armónico y estilístico, pero brutales (su directo es digno de estudio), el grupo busca siempre diluir fronteras, buscar, dentro de su especial sentido musical, un equilibrio entre armonía, espectro melódico, estilos, siempre barnizados de las mas afiladas composiciones. Si eso añadimos que detrás tiene a alguien como Alex Cappa remachando el sonido del disco, solo puede dar una bomba de relojería sonora a punto de estallarte bajo tus pelotas….
Este estilo tan particular, tiene un gran pilar en la versatilidad inmensa de la voz de Zark, una voz que cabria calificarse como mercurial, intensamente operística pero intensamente brutal y sin complejos… una virtuosa que pude hacer con su voz lo que le de la real gana en cualquier estilo, pero dando gracias a los dioses, la tenemos y disfrutamos en el metal…
Pero seria quedarse corto si solo nos fijamos en el (increíble) trabajo lírico de Zark. La forma de abordar los temas, su compromiso con las atmósferas, buscando siempre revolver al oyente con compulsivos y espasmódicos giros de cabeza, son un buen anfiteatro para que el grupos derroche su energía brutal, en constantes y labrados cambios, llegando a guiños Jazz, Punk, Hardcore, Metal… todo tiene cabida en el universo Docka Pussel.
Analizar los cortes es toda un desafío, tal y como es el intentar describir la textura y forma de un color a un daltónico… pero vamos a ello.
Comenzamos con la contundente «Dsm-5 Reddish», después de la intro«Donkey Fluffer», mostrando el grosor del sonido afilado del grupo, y su timón, la inquieta, salvaje y netamente explosiva voz de Zark, mostrando una bis salvaje rotunda como un bofetón bien dado, pasando a la caricia absoluta… un corte que te deja descolocado en sus cambios, pero que funciona de forma brutal. No menos interesante tenemos «Blood». Es increíble como los cambios de registros vocales de Zark entronizan toda la fuerza brutal del tema, y le dan un sabor inclasificable pero totalmente Headbanger. Genial!
Seguimos con «Tear Me Apart» que comienza como una apisonadora y con Zark mostrando destellos únicos en los cambios de voz (en algunos momentos mefistofélicos), para en un giro espectacular entrar en un puente de Jazz semi-lounge, en el que la voz vuelve a dejarte pasmado por su versatilidad. Es necesario (así lo pone en el prospecto de la receta, jejeje) una mente abierta y libre para sumir todo lo que tiene que ofrecerte este brutal tema. No te acomodes mucho que llega «Animal Queendom» un corte que me sabe al hardcore neoyorquino en su esencia y el tono de la voz de Zark, mercurial y salvaje a la par de irreverente, que vuelve a dejarte descolocado en su escucha por sus cambios melódicos.
Después de la tensión armónica implícita del anterior tema entramos en «Enkidus Fate» no menos atmosférica y de tensión contenida, un tema en el que el grupo suena contundente y grueso, mostrando una visión mas honda y de cierto deje dramático en donde la voz de Zark vuelve a tocar a los dioses líricos.
Es una delicia los cambios de tempo en la salvaje «Wildcat», pasando del torbellino brutal y salvaje absoluto al compás armónico absoluto… es casi imposible quedarse en un punto del estribillo cuando el grupo se desliza en continuos giros estilísticos y armónicos… no menos sorprendente por lo absolutamente delicioso del estribillo Far West combinado con notas atmosféricas tenemos «Every Life I Died», con Zark deslizándose en los aspectos líricos pasando por Sade a Angela Gossow… solo resta firmar que es flipante!!
Cerramos el trabajo con la grandiosa «The Gift» una canción de registro lírico mas abierto por parte de Zark, con cambios armónicos refrescantes e intensos… buen equilibrio entre lineas melódicas y contundencia.
Un trabajo total, ambicioso y lleno de texturas, que abarca pasando por la complejidad sonora, desde el cuidadisimo libreto y portada, pasando por un disco que rezuma inteligencia sonora, guiños, y un calculado salvajismo armónico que busca romper cuellos.
Inclasificables, e imprescindibles para todo amante de las obras complejas y de sabores intensos.
Josean Zombie.