Por fin tenemos el nuevo disco de los madrileños wild en nuestras manos, expectantes a lo que sin duda es un reto, ya que mucho se espera de este disco por parte del publico y ante las obras antecesoras que sacaron estos chicos.
De momento ya podemos constatar algo muy concreto, y es que el sonido Wild no ha sufrido cambios significativos, aun por los cambios que han tenido en su seno, el disco suena brutal por los cuatro costados, puro Heavy metal old school y con el carisma por bandera, con un Javier Endara en estado de gracia que sabe como aglutinar a dos grandes músicos de este país, y que hacen que este grupo suene como una autentica locomotora del natal, el señor Javier Pastor y el señor Jaime Nuñez, muy bien arropados por el ya miembro Wild imprescindible como es la batería de Javier Gordillo, el nuevo miembro del grupo, Yoryo, al bajo, del cual ignoro si ha colaborado en la grabación del disco, pero si es así ha colaborado en un elenco de temas mimados y frescos, con un preciso compendio de estribillos hiperpegadizos , lineas clásicas pero actuales y que suenan realmente bien.
Hay en este disco algunos temas que ya nos adelantaron en el anterior trabajo del grupo, como es «La noche del pecado»autentico tema insignia del grupo y que derrumba muros, pero el resto de los temas siguen unos parámetros parecidos, y un sonido carismático. No abusan de arreglos ni buscan la perfección técnica, los temas son muy accesibles para el amante de los sonidos metálicos ochenteros y ademas consiguen un espectacular sonido en la masterización, esto se puede sentir y casi paladear en un tema como «Apocalipsis 16-6», instrumental, con un sonido de bajo en base que sirve un estribillo de guitarra doble que bien podría levantar las envidias de Steve Harris si lo oyese, o bien otros como «Soy la ley» otro tema al que ya conocíamos y que sintetiza perfectamente el sonido clásico del grupo y donde el poder del tema y su atmósfera cargada ( y que recuerda a algunos temas de Muro en su etapa clásica) recae en el buen trabajo que realiza Javier Endara y que te invita a mover la cabeza sin piedad.
Otro tema que me ha impactado es «El cazador», abriendo el disco, es un tema en el que se pueden cabalgar los estribillos, y que suena mortal, ademas con un cuidado texto, como todos los temas de estos chicos.
«Las marcas del amor»tiñe el disco con un tema comedido e intenso, de suaves giros, y sin llegar a ser una balada al uso nos presenta un tema que nos recuerda a temas legendarios que en su día reinaron en el rock, un tema que nos dice que grandes son los temas del rock!
«Cruzando el portal» es en esencia pura energía, un tema en el que se centra en el buen hacer vocal, siempre sustentado por unos estribillos que llevan sobre railes el tema y muy concretados por el ataque brutal de la parte rítmica que guía el señor Gordillo. Atención al solo de guitarra mas brutal que he escuchado en tiempo…
«Furia en el cielo» recoge esos parámetros que tan bien recogen los temas de Wild, un estribillo centrado en la albor vocal de Javier Endara, y que se hace adictivo según lo vas escuchando, también con un texto que merece la pena escuchar atentamente. «
«La sombra del terror» es el tema que bien debería ser coreado den los conciertos, un tema de aparente simpleza compositiva y técnica pero que funciona a la perfección y se vuelve tan adictivo al son rítmico que destila a poco que lo escuches, un tema que va in crescendo paulatinamente, brutal.
«En tierra hostil» es el tema insignia del disco, aunque para mi reñido con el brutal «La noche del pecado» que también podría haber sido el buque insignia de este álbum, pero en tierra hostil es un tema mas profundo, de sensaciones en la piel, un tema que te zarandea los sentimientos, con un componente dramático inherente, y con un bellísimo duelo de guitarra doble que atesora el tema en el estribillo, cadente y realzado por la contención y seriedad lírica que nos regala aquí Javier Endara.
Si hay algo ademas que me encanta de los discos de Wild, es sin duda las impresionantes portadas que se curran en cada disco, y que en este caso no podía ser menos, de la mano de Dimitar Nikolov nos presenta una portada digna de aquellos discos que en su día nos presentaron grandes grupos y que hoy día se están perdiendo.
Se que el nivel era alto y las expectativas también lo son, pero este es un magnifico disco digno predecesor de un grupo llamado a ser algo muy grande dentro del rock patrio, si es que no lo son ya.
Josean Zombie.