Stained blood nos presenta su segundo disco, «Hadal» un largo de absoluto poderio death metal e inmensas dosis de velocidad e intrepido sonido, un sonido que se podria bien tildar ya casi como clásico dentro del metal extremo.
En este disco encontramos 11 temas que no recogen prisioneros, bien te pueden traer registros que te recuerden a grupos variopintos dentro del genero, ademas de los guiños a otros estilos, pero lo que predomina es la caña elevada al cubo.
El sonido, con respecto a su anterior album sigue en la misma linea, temas en los que predomina un sonido brutal, siendo esta una palabra que incluso se quede corta, pero en el que el grupo a pesar del sonido tan abigarrado, tan denso, se puede apreciar una línea melódica, soterrada, pero inherente.
La voz predominante, cortesía del vocalista Rou, es un articulado remanente entre el sonido típico en las líricas tipo In-Flames, y los guturales de Entombed de modo o tipo mas cavernoso, estructurando los pasos de los temas y las estrofas a las cadencias que el tema en si requiere.
En esto, la voz, dirige desde el atril del director de orquesta, a la batería, la parte rítmica, técnica y sin complejos a la hora de navegar entre blast beats, y las zonas donde la cadencia adquiere pasos mas lentos matizados por la parte mas afilada de las guitarras, unas guitarras influenciadas o embebidas por los movimientos extremos mas modernos.
Como buen disco del genero, la entrada sibilina y aterciopelada de «Atlas decline» te abre las puertas al infierno que representa «Perpetual» un tema que bien siendo inmensamente caustico se plantea en diversos marcos, bien implementados por un buen estribillo de guitarra, para pasar al momento tempestad, alternando los ciclos mas melodicos con los mas rabiosos.
«Hemisphaerium» practicamente es un tema que funde los generos entre el Death mas primitivo, con los dejes mas metalcore rabioso, demostrando un grupo que en el tema es uno solo, funcionando como una cuchilla en un vientre en una sola dirección.
En «U-530» el death se viste con toques groove, las guitarras se mueven en toques pesados y circulares, la bateria se desboca, y el alma del tema es el doble uso de la voz dando un tema, que junto al buen desarrollo del riff central, vuelve a dar un tema para arrancarte las cervicales.
«Colossus embrace» es una lucha entre dos mastiles subiendo en cada traste para sintetizar, entre otro punto corrosivo de la bateria, el trabajo salvaje de las voces, muy en la onda Carnifex.
«The mask» es otro tema tremebundo, ahondando el trabajo mas gutural y a doble voz, la armonía de guitarra sobresale del trabajo global y sistemático del grupo llevando el timon a un punto, brutal pero a la vez melódico. También aquí, de manera mas leve encontramos ciertas trazas de metalcore.
«F.R.M.» aqui abandonamos en este punto el deje mas melódico, para abrazar la técnica y firmar un tema duro, brutal, y con un leit motiv claro, el mas desgarrado death metal. No es el tema que mas me llame la atención, salvo por el buen interludio que como un isla reina en la parte media del tema.
«Hundred Heads Snake» retoma el sonido primitivo, pero aqui si tenemos un buen equilibrio entre los momentos mas death y los mas melodicos, de facto aquí el tema te va corrigiendo el camino como en una montaña rusa donde las melodías se alternan con la guturalidad y el salvajismo sonoro que implementa el grupo.
«Involution to animosity» es un tema que a priori parece de old school death metal, en cuanto se va desarrollando, el grupo lo transforma a su antojo, en otra salvajada sónica, velocidades en las rítmicas desbocadas, y guitarras y bajo solapadas al trabajo vocal.
«Stargazer» es un tema mas carismático, sobre todo en su comienzo, en el que el grupo da una alternancia a las atmosferas cargadas y terrorificas, muy bien enlazadas con una entrada concatenada al tema de registro marcial, que va evolucionando a otro tema de puro Death metal.
«Sound of the abyss»como la anterior, se inicia ténue y va emergiendo en un tema en el que la rítmica junto a la parte que ejecutan las guitarras, dejan de lado el bis mas melódico, y se centra en la parte mas brutal.
Como siempre, y en este tipo de disco, el trbajo entre bambalinas de una figura prominente como es Alex Cappa, consigue sacar un sonido formidable al disco, sonando rotundo, en su maxima expresión.
También destaco el buen trabajo de portada del disco, una portada que recuerda trabajos mas old school, de este genero, prorrogado en su interior, aunque aquí se ve mas espartano.
Para mi sin duda es un buen disco, que en lineas generales suena atronador brutal y técnico a partes iguales, pero que en ocasiones se me antoja un tanto lineal segun va avanzando el disco, pero que hara que mas de uno se deje el cuello con alguno de los temas del mismo.