Esta claro que últimamente desde Catalunya algo se mueve en el rock, porque no dejan de llegarnos grandes discos, como este «A price to pay» de los Barceloneses Soul dealer.
Nacidos a raíz de la disolución de un grupo de versiones se lanzaron a componer sus propios temas dando como resultado este largo.
No hay duda ni atisbo de equivocación, aqui hay metal, en parte clásico, en parte mas contemporáneo, pero con un tonillo clásico muy acertado y agradable.
El estilo es propio, tienen conseguido su propia definición, pero bien te podrían recordar en esencia al trabajo que en su día hicieron Maiden con Blaze Bailey, o quizás mas acercado al de Wolfsbane, aunque recalco el «en esencia» no es el sonido de estos chicos, pero la búsqueda de lineas en los estribillos que se te peguen a la primera escucha, riffs monolíticos y ciertamente pegadizos y coreables («Pray before killing» seria un magnifico ejemplo) hacen de este disco alma mater de los antes citados.
Y es que el hecho de hacer buen heavy metal clásico, no tiene que ser un impedimento a nada, por modas imperantes, ya que discos como estos son los que hacen afición entre la muchachada, uno de esos discos que por su sonido te prenda rápido y vas andando, o circulando en el metro mientras vuelves a escuchar en tu cerebro las canciones y estribillos que Soul Dealer te regalan en estos magníficos diez temas.
Los temas son de estructura definida dentro del estilo que nos mueve, hasta hay nada nuevo, pero el trabajo compositivo, el cuidado arreglo de los temas y sobre todo su vigoroso sonido hacen que, junto a un excelente trabado en equipo, coronado por la voz de el vocalista, perfecta para los temas, hacen que en seguida te enganchen y te lleven a su terreno, como ejemplo «The power whithin» un tema de acusado toque melódico sin perder un ápice de contundencia, y estribillo elocuente que te atrapa al momento o la magnifica «Pray before killling» con ese arranque cosmopolita y rabioso y ese juego de batería hipermarcado, o la contundente y directa «Please unnailme»
El sonido es diáfano y fresco, y la producción han guardado bien los matices que atesoran los trabajos ritmicos y de los elaborados estribillos y juegos en los trastes de la guitarra.
No creo equivocarme si digo que si este disco hubiese salido en los ochenta y en Inglaterra, seguro que otro gallo les hubiese cantado, aunque espero que la gente abra los ojos y oídos ante una propuesta tan interesante a la par de refrescante.
Totalmente recomendados para los auténticos metalheads.
Josean Zombie.