Segundo disco de los pontevedreses ¡que desilusión! al cual vamos a revisar en su justo contexto.
«Remedios contra la mala suerte» representa al asentamiento de este grupo, donde el rock en mayúsculas predomina en todo el disco, un rock de calle, sensible y con don de palabra, prosa de proles, de murallas adoquinadas en las que los brotes rompen los muros, un pequeño caramelo que necesita el alma en las ocasiones en el que la vida te zarandea.
Los referentes a la música de ¡Que desilusión! son obvios, desde La fuga, a Fito o como ellos mismos indican Rosendo o los Enemigos, en sus momentos mas rockeros, pero los chicos saben ponerle su propia impronta y los temas te enganchan rápido, habiendo en cada tema un cuidado perfil lírico que registran con mimo.
Los temas son solventes, pero no hay sorpresas, un combo clásico de guitarras, bajo y batería que desgranan los temas directos y sin ambages, jugando con las melodías y las partes armonicas saben darle el punto exacto entre la energía que destilan los temas, basados en un soberbio trabajo en las guitarras, a las que se someten a la lírica palpitante de las letras, llevadas por el timón de un voz simple pero perfecta para este cometido. Esto no podría llegar a ningún sitio si el trabajo rítmico no condujese a buen puerto el sonido, como así lo hace.
Una buena definición seria energía, riffs directos y solventes, buenas armonías y rock & roll a raudales, desde el primer tema » Sin noches ni mañanas» puro rock en dosis directa y lírica acida, a los mas comedidos y acústicos como «Esa piel» en todos el grupo presenta una cohesión innata, y el sonido perfora los altavoces, sencillos pero complicados, de matices al que el oyente debe descubrir.
No podría destacar un tema sobre otro, la linea es común entre todos, y el sonido global del disco es uno, pero podríamos recomendar el gran «Presuntos culpables» por lo adictivo y por su inmensa lírica , «Oxido» con esa entrada de menos a mas que te va levantando poquito a poquito y ganando en cada fraseo, «De haberlo sabido» con ese toque distinto de sabor y crisol de diversas influencias musicales que engrandece el rock, o la marcadisima entrada de «Sabes que se siente» inmensa, como el tema, dramático que hurga en tus entrañas sin que puedas evitarlo y te revuelve.
Grabado en Litium Records de la mano de Rafa Darrosa y mastyerizado por Aitor Ariño en los estudios Lorentzo Records, el sonido realizado en la producción cuida los matices del grupo y las lineas preponderantes son discernibles, tanto la parte rítmica como la lírica y la parte solista, sin perder ese deje terrenal y de asfalto que tan bien sintetiza el rock en españa.
Chapo también por la currada portada, ese cuervo, y ese libreto donde evitando la foto pose, se da paso a la creatividad y a la ilustración y vemos caricaturizada al la banda al completo.
Es algo que ya he dicho en otras ocasiones, y con otros grupos, pero reincido en la idea que este tipo de grupos no buscan la cuadratura del circulo, solo hacer canciones crujientes y pegadizas, de inmenso rock & roll y es un álbum que parece pequeño, pero es muy grande y necesario en los momentos en los que necesitas una dosis de buen rock para levantarte y seguir luchando.
No podrás escucharlo solo una vez.
JOSEAN ZOMBIE