Nos llega el segundo disco de esta banda particular y de carácter como solo ellos, quizás en la esencia que atesoran, solo ellos pueden hacer.
Si no los conoces te adelanto que es un grupo llegado a las lides musicales allende el año 2004, con la dificultad que entraña ser uno de los pocos grupos insulares que tenemos de rock, y que como otros muchos grupos, cogiendo rodaje pateando salas y carretera sacaron en 2011 su disco «Camino» predecesor de este «Tiempo de sueños» y que no deja de ser una evolución del camino ya andado.
Precisamente Natribu tiene un componente distintivo en su propuesta que a mi modo de ver los hace únicos, para bien, o para mal, hay ya entra la decisión del oyente: el pilar básico de este grupo recae en la particular voz de su vocalista Chapi Solla que imprime a los temas su particular deje, su impronta personal en cada tema, temas que, como en los preámbulos que ya escuchamos de este grupo, tienden a ser letras oscuras, en momentos duras y con un cierto deje melancólico, al que Chapi sabe darle su punto exacto, comedida, y sin excesos vocales, dando el contrapunto a un grupo de músicos cohexionados en la armonia, pesada y heavy, muy heavy.
Las articulaciones de los temas residen en un correcto trabajo rítmico que sirve de base a un estribillo de guitarra cadente y circular, al que se corona en la parte mas concreta de los temas con un riff de guitarra bien articulado y de buen hacer, siguiendo estructuras de metal clásico sin tampoco buscar puntos candentes ni forzados tramados, consiguiendo que los temas lleguen directos y sin embalajes, frescos.
Hay una linea de cohesión entre los temas, un sonido propio que los une, excepto quizás el tema «Su memoria» un tema aun mas intenso y de indole personal e interiorista, con un deje dramático señalado en los coros catedralicios que le han incluido, por lo demás el deje rockero de los temas hacen un producto compacto y sin fisuras, y con el sonido propio y personal del grupo como bandera de reseña.
Temas como «Eres el lobo» un tema duro por los cuatro costados, pero dinámico e incisivo, no le va a la zaga a «Hermanos de sangre» por poner un ejemplo.
Cualquiera de los temas tiene su propia alma y en cada uno de ellos podemos, en cuanto dejemos que los sentidos se guíen por las armonías, sacar diversos contrastes y sabores que hacen cada tema, único y particular.
Por otra parte, y no menos importante, nos encontramos un disco bien presentado, con un libreto interesante en su ejecución lo cual hace mas agradable la compra a estos viejos rockeros como yo, que valoran tanto el contenido como el continente y disfrutan de revisar los entresijos del libreto, y manosearlo con mimo.
Una cosa también que me ha llamado la atención es la masterización y producción del disco, pues no siguen sendas establecidas, y logran un ambiente pesado, muy heavy, huyendo de sonidos diáfanos y limpios, pero sintetizando bien cada linea de sonido, pudiendo seleccionar cada instrumento en la canción sin problema.
Ahora al grupo le queda lo mas dificil, defender y llevar el sonido Natribu por los vericuetos del rock, y presentar su propuesta allende los mares.
Te gustaran si tu rollo es el rock de siempre español con carácter.
Josean Zombie.