No siempre se puede conectar con el trabajo de un grupo, en ocasiones por su crisol melódico, a veces por el sonido en conjunto… en menor medida por su imagen, o por otras contingencias, como la portada. Pero yo tengo claro el porque no he conseguido empatizar con este trabajo de Knights Of Blood titulado «Falsa Realidad».
El grupo nos presenta un trabajo de metal clásico y once temas siempre bajo el timón de la voz de Mireia Fontarrosa Zamora, que he de decir hace en todo el trabajo del disco un trabajo que sin ser excepcional, es competente y funciona. Tampoco puedo hablar mal de las partes técnicas del grupo que comandan José Ramón Vílchez en la Guitarra solista,
Javier Jesús Molina en la parte de la guitarra rítmica, en ellos reside precisamente lo que mas me ha gustado este trabajo, esas melodías de la vieja escuela del metal (en ocasiones muy influenciadas por Adrian Smith) que siguen en plenamente en vigor.
En la parte rítmica que recae en Alejandro Sola Jimenez al Bajo, solo puedo achacarle que en ocasiones, y mira que digo esto siendo un amante confeso del sonido crudo del bajo, en ocasiones la armonía llega demasiado al oyente, dejándole una preponderancia que no debe tener (la melodía en «Algún Dia» se bate . Y aquí empezamos con lo que no me ha gustado del disco empezando por la parte del batería, Kyle Jon O’Brien. Y no es por su trabajo en si, es por el sonido que destila el disco y en concreto la batería.
En concreto, en la batería la mezcla, en ocasiones, distorsiona el sonido de la misma sonando en ocasiones como no debiera sonar, como si el sonido estuviese demasiado alto. Como ya he dicho, también el sonido global del disco suena hueco, quizás por que han buscado un sonido crudo y tangible, quizás buscando la sonoridad analógica clásica de los ochenta, puede ser, pero suena como si aún le faltase una mano, o dos, para terminar de encajar todos los instrumentos, incluso en ocasiones parecen impostados (un caso muy concreto lo tenemos en las voces en el tema «Perdóname» un trallazo muy del estilo Judas que en las líricas, sobre todo la masculina en cuanto hace acto de presencia quita brillo al tema ya que parece grabada en otro contexto y metida con calzador, incluso llegando a sobresaltar al oyente cuando aparece). Algo parecido me pasa en la colaboración de Oscar Sancho en «Defiende El Metal» un corte de espíritu Maiden por los cuatro costados) o como en el primer tema «Falsa Realidad» los guturales se comen la voz de Mireia. Sobre las guitarras, y a pesar de que tienen algunos puntos brillantes, suenan como las producciones que se hacían antaño de forma analógica, pero sin coger bien el sonido.
Tampoco puedo decir que el heavy que practica el grupo me haya seducido de forma especial, y eso que soy un amante confeso de este tipo de sonidos, pero aquí si que recalco que es una apreciación particular. A pesar de eso las composiciones, aunque clásicas, están bien definidas, hay ideas y sonidos de antaño que a buen seguro a los fans mas de toda la vida le engancharan desde el primer minuto, pero a mi particularmente no me han llegado, quizás por lo que ya he comentado del sonido. Es posible que en directo la cosa fuese distinta, por lo que habrá que darles una oportunidad en ese aspecto, e incluso con otra perspectiva en la producción, probablemente fuese distinta mi apreciación.
Saliendo de los matices sonoros, tenemos dos colaboraciones «Necio Perdedor» con las voces de Manolo Parra de Sovengar y «Síndrome» con Jose Vicente Roseta de Ópera Magna, dos anécdotas para reseñar en el trabajo.
En fin, no siempre se puede comulgar con todos los trabajos, y es una pena que yo no lo haya logrado. Sin embargo, una critica es solo una opinión por lo que si te van los sonidos del metal de los ochenta, estribillos galopantes y armonías maiden, es muy posible que te guste este trabajo.
Josean Zombie.