Es muy común que la inquietud musical de miembros destacados de grupos consagrados quieran expandir sus horizontes y mostrar una cara distinta en sus trabajos en solitario, curiosamente, mostrando un perfil melódico mas acervado y alejado de su origen.
Bien, hoy nos adentramos a conocer la faceta musical en solitario de Jorge Berceo, cantante de Zenobia, y que nos trae su trabajo en solitario de titulo acertado sin duda, «Primer Asalto» con un combativo Jorge dispuesto con unos guantes de boxeo en la portada, quizás esperando, precisamente a algún critico despistado o directamente, con ganas de hacer leña del árbol caído.
¿Podría ser un critico despiadado y hacer leña del trabajo de Jorge? Si, sin ambages, pero no seria justo. Estamos delante de un trabajo distinto, un trabajo que busca mostrar un Jorge Berceo mas cómodo dentro del hard rock, y mostrando sus inquietudes mas intimas y viscerales… lo cual no es malo, pero este no es un disco que busque al publico mas power que Zenobia tiene, o tal vez sí, si a ese seguidor que sea lo bastante ecléctico, sepa reconocer la calidad de los temas, por mas que la idea sea ver un conjunto de temas escorados a la armonía comercial.
Para ello ha contado con Dan Díez (productor de Zenobia y guitarrista de Tierra Santa) y con Ernesto Arranz (teclista de Zenobia); juntos han compuesto la música de este “Primer Asalto”. El resto de músicos que acompañan a Jorge Berceo en este debut son el bajista Salva Hache (Zenobia) y el baterista Marcelo Álvarez (Bicho*Z).
Sin duda Jorge se le ve cómodo con los temas, mostrando una linea mas sobria en las líricas, no tan aguda como en Zenobia. El comienzo del disco, saltando la Intro nos trae dos temas de marcado acento hard rockero, muy americano, «Mirame» y «Por Volver» donde ya se observa un tono melódico mas acusado, menos inciso en las partes ritmicas y una fuerte personalidad de la parte del teclado… nada que ver con lo ya oído, pero suficientemente crujiente como para no ignorar a su oyente habitual y con suficiente calidad como para gustar sin ambages. Ya en «Eres Tu» entramos en una balada poderosa en la cual el protagonista absoluto es Jorge. No puedo decir que no suene bien o tenga un buen espectro lírico para atraer masas de adolescentes, pero para mi gusto mas escorado hacia la caña pues como que ni fu ni fa. En un corte que fusiona toques mas variados, como el techno y el metal tenemos «Cenicienta» . Aquí si que el registro sin duda se acerca mas a lo que conocemos del artista, y desde luego suena rotundo, y con los arreglos, le dan un aire fresco muy interesante.
Virando de nuevo el estilo entramos en «Mi Otra Mitad» un baladón aterciopelado y orquestado, que roza el estilo mas crooner, que por supuesto a mi no me encandila, pero a buen seguro puede abrirle muchas puertas en otros ámbitos fuera del metal. Volviendo al hard rock americano, profuso y luminoso tenemos «Magia» la cual tiene un cierto magnetismo gracias al estribillo semi-pop, y que me recuerda en algunos detalles a Van Halen. Por si no has caído de que estamos en un disco particularmente intimo y pensado para comulgar con sus oyentes de mas sensibilidad, Jorge nos regala otro baladón con «Si Tu No Estas». Yo volviendo a mis gustos me quedo con la afilada «Aquel Peter Pan» que vuelve a mostrarse intensa, llena de ritmo y electricidad y con esa adictividad que esperas del músico riojano, un temazo. Siguiendo la senda mas acústica que destaca del trabajo, tenemos otro tema semi-acústico de «Grande» un tema que bebe de la época Poison o los mismísimos Cinderella que no le ha quedado nada mal al riojano. «Mil Y Una Estrellas» es otro corte luminoso y de lirica intima en el cual reina ese hard rock meloso, muy americano de los ochenta que hicieron grande grupos como Jupiter o similares, aunque para mi gusto le falta un pelín de metal… pero no deja de ser un buen corte. Cerramos el disco con «Mi Otra Mitad» en versión de voz y piano acentuando ese deje crooner.
En resumidas cuentas, este disco en general no es para mi, y prefiero a Jorge haciendo lo que mejor sabe hacer, coreando la canción del pirata. Pero no dejo de valorar, y mucho, la valentia que comporta el que los músicos se atrevan a salir de su zona de confort y busquen otros horizontes que calmen sus inquietudes musicales, misión que Jorge Berceo se ha decidido mostrar al mundo con una calidad notable, que espero que le abra las puertas del mundo musical externo a nosotros.