Algo tiene Madrid, que no sé qué es, que me abruma y me atrae igual que me repele al unísono. Tiene el aura de la cultura, de la vida, de la voluptuosa capa de la vida mas frenética, al mismo tiempo que es decadente, pastosa, ruidosa y eternamente ruidosa y llena de oleadas de seres bípedos que solo se mueven al compas de las compras.
Pero yo me quedo con ese Madrid cultural, amplio y variopinto que vuelve a acoger a esa cultura que nos mueve y nos ilusiona, el rock, el metal, esa cultura que ha trascendido el trasfondo sajón para imbuirse en cada capa de la humanidad, le pese a quien le pese, y que marchitos y ajados, nos sigue apeteciendo velar las noches para seguir sintiéndonos vivos al lado de una buena amistad y no pocas lineas de ebria sintonía etílica.
Esta noche volvemos a recuperar, de manera ínfima y peculiar ese halo que en su momento gozamos de la desaparecida y malograda Sala We Rock. Hoy nos volvemos a la plaza del callao para sentir, de pie como no puede ser de otro modo, una sesión de frenesí rockero, de algarabía por volver a sentirnos eufóricos a los compases de dos grandes epítetos de la escena musical, como son los mas que incipientes In Vain y su Thrash metal melódico y la leyenda personificada del metal patrio que siempre han sido, mis queridos y eternos Easy Raider.
Como decía, La Sala 0 del Palacio De La Prensa de Madrid es una sala diáfana, no excesivamente grande, que se encuentra equidistante al centro neurálgico de la capital, pero empotrada en su centro físico, por lo que su acceso es netamente privilegiado. Sobre esto, creo por no decir, sé, que si esta sala abriera como un club nocturno dedicado a la noche y a la música rock, teniendo un remanente continuo de personas pasando por sus puertas, sin duda seria la nueva We Rock, y me atrevería a decir que podría ser el nuevo canciller.
Dejemos las nostalgias de lado, y centrémoslos en lo importante, la música en directo, maltratada, obviada, cómo los pastos bajo las pezuñas de las reses, e igualmente, siempre vuelve a salir. No en vano tenemos calidad, tenemos constancia y siempre, un talento que debe ser reivindicado, debe ser dado a conocer. In Vain es un grupo que conocemos de años ha, y que incolumne sigue dando un paso mas en su desarrollo musical para marcar el porque esta música no es una moda, si no un estilo de vida, una fe común que nos enroca en la dinámica de las canciones que nos hacen vibrar. E IN Vain saben que juegan en casa por varios motivos, amen de ser oriundos de estas tierras. In Vain se ha sacado un trabajo espectacular titulado All Hope Is Gone, del que ya incidimos en su recomendación en estas paginas virtuales, y en las cuales podemos saborear un elenco de cortes de Thrash-Speed metal de glorioso y directo toque armónico que engancha desde el principio. Que por cierto, es de reseñar que la apertura de la sala fue, literalmente inglesa, algo que sin embargo produjo que algunos comensales del evento no pudiéramos disfrutar de los primeros temas a la espera de poder entrar en la sala, aunque esto no empáñala gran noche que vivimos.
Y recalco lo de vivimos, ya que al parecer empezamos a ver la salida al túnel, a la constatación que todo esto de la pandemia empieza a sonar a pesadilla pasada, a sueño esquivo, a pesar de que todos tuvimos que permanecer, an mayor o menor grado, con las dichosas mascarillas puestas.
Así con eso, In Vain salieron a por todas, dando un recital de rapidez, cortes pegadizos y rompecuellos en los cuales, sin duda brilla la simpatía y la presencia escénica de su vocalista Daniel. Sin embargo, un grupo no es su vocalista, y el grupo da fe de sus tablas y de su empaque musical, dando potencia y directo, y moviendo a un público, que sin ser enorme, dio una buena entrada y dio una mejor respuesta al ser y sentir la propuesta de In Vain que no podían ocultar las ganas de tablas y su goce personal al poder ser lo que son, músicos de primera.
Esto es algo a reseñar, y es que aunque fueron Easy Rider los cabezas de cartel, creo que In Vain se lo pusieron realmente difícil, ya que cuentan con bagaje, tablas, pero sobre todo una linea de temas que los hacen un grupo integro y con ideas, con cortes que funcionan de tal forma que aunque no seas fan del thrash no se te hacen «bola» sino que es fácil dejarse llevar y adentrarse en el universo del grupo
Los temas que amenizaron el concierto de In Vain fueron: Evils In My Soul, In Death We Trust, Blood & Steel, Falling To The Ground, No Future For The World, Frozen Wings, Serenity Valley, Dragon Huntress, Hannibal Ad Portras, War Machine.
Y entramos en el ámbito de la leyenda; Érase que se era un tiempo en el que algunos jóvenes militábamos en el underground del metal, oíamos cintas de grupos maqueteros, grabadas, sobre grabación y pasadas a cinta sobre los doble platina para conocer lo que se movía y se cocinaba en el mundillo del metal. Y uno de esos grupos de porte internacional, uno de esos grupos que pensabas que tenían todo para reventar zonas foráneas y legar a ser tan grandes como ellos mismos quisieran, eran sin duda Easy Rider.
Y por eso, todos aquellos que nos prensamos con la leyenda, con él aura de grupo totémico y de perspectiva única, somos y fuimos, y seremos seguidores del grupo. Y, no ahorrare mítica sabiendo que el grupo trae de la mano de su vuelta que no ida, de su nuevo trabajo, «Metamorphosis», un titulo que empíricamente, le viene al grupo como anillo al dedo, dados los cambios y situaciones que han devenido en el grupo para dar un giro fundamental y contar con la figura que todos, absolutamente todos queríamos ver, la entronización como vocalista de Dess, la jovencísima vocalista que el grupo ha puesto como timón de la ideosincracia de los cortes nuevos, y no tan nuevos al comando de un perfil que en principio «no debería encajar con el grupo».
Y sí, entrecomillo esto último ya que lo que vi me dio referencias para creer que el grupo aún puede dar ese campanazo internacional que si este estilo se pudiera ponerse en boga de nuevo, y dado el nivel de los cortes, el trabajo lírico, la presencia escénica de esta vocalista, sin duda, le viene al grupo como anillo al dedo. Evidentemente, y a fe mía, vi a una vocalista muy bien acoplada a los cortes del grupo (salvo algún pequeño gazapo en la letra, al comienzo del evento, y la convicción de que en algún punto los nervios de la vocalista estaban a flor de piel, algo que no hizo merma en el show), una artista que, evidentemente, tiene una presencia neta muy acusada, brutal, llenando cada rincón del escenario, haciendo suyos los cortes sin problema alguno, dando acuse de recibo de como una vocalista de nuevo cuño puede trabajar temas como los de Easy Rider…. hay vocalistas en Europa como Marta Gabriel (de la que tienen, Dess y ella misma, un timbre vocal que se podría asemejar) de Crystal Viper que les ha abierto el circuito internacional, y que espero pueda dar al grupo esa apertura internacional que temas como los que vimos esta noche firman un grupo total como es Easy Rider. Y reafirmo esa sensación de grupo total al disfrutar d una comunión entre músicos, un grupo que da espectáculo, no solo por su música, si no por saber transmitir algo tan abstracto como son las notas musicales, en sentimientos puros que el publico sabe apreciar.
Sin duda, sin un ápice de nostalgia por tiempos pasado, pudimos disfrutar de la comunión absoluta del grupo, y de como la técnica, pero también la pasión por un genero como este sigue firmando noches eternas, noches de pasión, noches que no acaban nunca porque este genero, le pese a quien le pese, es inmortal, y el metal tiene letras de oro para los temas de Easy Rider que dieron el todo por el todo con un público hermanado y privilegiado por contar otra muesca mas en sus culatas de los directos musicales.
Easy Rider nos dieron en esta noche un listado de temas como Lord of the Storm, Seven, Tiempo, Changes, Defiance, Wormwood, Babylon The Great, Evilution, The New Jerusalem, Blazing Fire Victory, Visions, Where Angels Fly, Savage Rage, Vampire Prelude, Strangers.
Por estos conciertos diré siempre, soy Heavy Metal y esta es mi fe.
Josean Zombie.