Seguimos contrarreloj para sacar aquellos discos destacables de este extinto año 2020, y se nos quedaba en el tintero a un grupo al que entrevistamos no hace mucho, Corvus V y que se presentan en su segundo trabajo «Advenae».
Corvus V es un grupo leones que se autodenomina «HardRock-Metal» nacido en 2017 con un trabajo previo titulado inmortal. Resulta difícil encasillar a este grupo en un solo estilo, pero lo que tengo claro es que de hard rock tienen mas bien poco y se acercan mas a un compendio de metal atmosférico con un punto gótico y qué, aquí si coincido con el grupo, beben también de estilos y corrientes del metal mas vigente, pasando por el nu-metal, o el groove metal dando una mezcla sonora rica e interesante.
En algunos momentos de la escucha del disco es fácil apreciar ese regusto oscuro y onírico que comparten con algunas composiciones que grupos como Sober han hecho de si mismas propias… pero si a eso le añadimos un toque Mudvaine, algún retazo Him y detalles propios que los acercan a grupos del sello melódico tipo Amset o Stravaganzza (con sus diferencias evidentemente, por ejemplo, en las voces, que no tanto en las ideas sonoras) hacen de este grupo algo realmente interesante, particular y de difícil encaje en una escena que pide, según las modas imperantes otro tipo de música, mas urbana y menos sofisticada.
Sin embargo el trabajo es disfrutable desde el primer minuto con la oscura y particular «Año V – El Despertar» que tiene detalles «grroove» con melifluas líneas melódicas. La base dé las liricas dobles da un buen juego con una base rítmica muy acusada y presente, y sobre todo, un cuidado trabajo de teclado, algo que también vemos en el segundo corte con un sonido mas escorado quizás a unos Stravaganzza, titulado Shangri-La con la colaboración de Diego Teksuo) donde ambos pilares son muy presentes, tanto la línea lirica como la base rítmica, siempre con un buen termino de guitarra.
Me llama la atención un corte como «No» ya que tiene algún deje que me retrotrae a un grupo tan lejano a nosotros como fue OBK, eso si, tamizados por una fuerte dosis metálica en el corte, en algunos momentos muy crudo y denso. Visión melódica interesante.
Para no olvidarnos de que esto es metal, tenemos un corte como «Adrenalina» donde entramos al tema con la bandera del metal mas pronunciado, de nuevo con las liricas limpias mecidas por la base gutural y con un riff central de esos que levantan las baldosas del suelo, que me recuerda a los nuevos Metallica, salvo en los compases en los que el grupo incide e la melodía de los teclados. Con una entrada tribal y un punto mística entramos en «Mar De Arena Y Sal» una canción que evoca épica y tiene ese tono apocalíptico de las bases acústicas y rítmicas.
Seguimos con «Vudú» ya entrando de nuevo en el mundo eléctrico como vehículo epistolar, y con un tema de fondo groove, marcado y pesado, de estribillo circular y mefistofélico, un corte rompe cuellos pensado para darlo todo en las tablas, y de cierto regusto atmosférico y macabro, de nuevo, sin innovar en exceso, dan con un corte interesante. En el siguiente corte «Falsas Heridas» me llama menos la atención, no por su construcción, sino por que suena demasiado a Sober… y es una pena ya que es un tema que engancha.
Y no puede haber un tema, «Súcubos» con la ayuda de Lidia Bao que no se refleje en grupos de presencia escénica oscura pero melódica, y en este caso, claramente en tenemos un corte que muy bien podría haber firmado Him, máxime si contamos con un trabajo lirico vocal doble donde la voz de la vocalista da un sabor al tema muy intenso.
Seguimos con otro corte acústico en Deriva, en el que las guitarras y la voz del vocalista dan fe de la sensibilidad del grupo y su gusto melódico, muy conseguido. Dada mi alergia a estos cortes, simplemente diré que hará las delicias de sus seguidores mas introspectivos y sensibles.
Damos un vuelco integral y nos imbuimos en la base mas cruda y atmosférica en Soldados de Papel con la ayuda de Alberto Medrano, un corte que vuelve a ser ese deje de oscuridad manifiesta y sentido corte rompe cuellos, interesante, aunque me sabe a ya conocido. No bajamos la guardia con «Oblivion», un corte que no le va muy lejos en cuanto estilo al anterior, quizás algo mas gótico en su estructura y un punto más salvaje y rotundo. Aquí vemos la parte mas extrema del disco, muy groove, equilibrada con su bis mas melódico.
Llegamos casi al final con «Desde Las Sombras», un tema que se abre totalmente gótico con los compases de órgano catedralicio y que nos apertura a un corte oscuro, mucho, sobre todo en las liricas, y en una visión terrorífica, con los órganos y las campanas, dos instrumentos que abiertamente deberíamos reivindicar como heavys y que siempre son bien y funcionan solos, máxime si tiene una base guitarril tan bien ejecutada.
Cerramos con el treceavo corte titulado «Andrómeda (ft. Dago Rodríguez)» de nuevo un corte atmosférico imbuido por las influencias musicales vanguardistas, pasando por el hip hop, yendo hacia el groove pasando por el metal industrial. Sin animo de molestar, creo que no pega ni con cola ni en el disco, ni en su estructura, ni me gusta en particular.
En general veo un disco que tiene muchos detalles que pueden hacerme ver que estamos delante de un grupo que puede desarrollar sus ideas y dar grandes cosas, hay detalles muy interesantes en el trabajo. Pero primero deben limar algunos detalles de sus influencias, centrarse en dar cuerpo a su estilo, y para mi gusto, un disco de trece temas puede ser mucho mejor con 9. Por lo demás un disco muy recomendable para pasar un buen rato de buen metal.
Josean Zombie.
- Año V – El Despertar
- Shangri-La (ft. Diego Teksuo)
- No
- Adrenalina
- Mar de Arena y Sal
- Vudú
- Falsas Heridas
- Súcubos (ft. Lidia Bao)
- Deriva
- Soldados de Papel (ft. Alberto Medrano)
- Oblivion
- Desde las Sombras
- Andrómeda (ft. Dago Rodríguez) – Bonus Trac