Inicio CRÓNICAS DE UN CONCIERTO ANUNCIADO BAJOPRESIÓN: PRESENTACION DE «IMPERIO DE MONSTRUOS» SALA EL ELEFANTE BLANCO. MADRID, 08-05-2021

BAJOPRESIÓN: PRESENTACION DE «IMPERIO DE MONSTRUOS» SALA EL ELEFANTE BLANCO. MADRID, 08-05-2021

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Experiencias, momentos… esos momentos que, por una razón u otra, por ese cariño, por esa intensidad atesoras en el corazón. Esa vez que, por lo que fuere, estabas feliz, aunque no supieses por qué, aunque sea de la manera inimaginable… otra vez al lado de mis chicos de BajopresióN.

Conciertos de merienda, horarios infantiles para enlazar rock duro, un rock para todas las familias, un espectáculo alejado de los prejuicios del entorno del metal, esta tarde ventosa pero alegre, volvemos poco a poco a una ¿normalidad? que nos hace falta, que necesitamos como el beber, como el respirar.

Ver las caras, (es un decir) de aquellos que han sido parte de tu viaje vital, Bea, Isra, Carlos, Rubén y otros muchos amigos y conocidos que apenas intuyes, junto con otros rostros que articulan la familia que sigue, sin ápice de desanimo, a estos cuatro locos, como yo, salvo que ellos se han comprometido, hasta el fin de sus días, a las estrofas, a los estribillos, a los sofás, a las escalas, y al mundo inmaterial de la música, hoy mas grande que nunca, hoy mas presente en esta presentación de Imperio de Monstruos, el ¿malogrado? ¿nuevo? álbum de BajopresióN, ese trabajo que vio la luz, exactamente, en el segundo exacto en el que el mundo que conocíamos se paró. De golpe. Sin más.

Que frustrante para un poeta es el declamar sus versos en el desierto, cuando nadie puede apreciarlos, cuando nadie puede dar fe del arte, cuando nadie sabe que estas, cuando tus sonetos viajan al éter sin vuelta, sin dejar constancia de su belleza. Así se sintieron los chicos de BajopresióN con un trabajo que da fe de su evolución como grupo, de su propuesta seria, de su música, tan grande, tan inequívocamente que sabe ver entre las personas y tocan las fibras del oyente.

No pretendo ser grandilocuente, pero quiero dejar constancia de la, permitirme la redundancia, constancia de un músico total, pasional, y comprometido con su arte, como es Javier Canseco, (lo he dicho muchas veces) desde que lo conozco de su etapa Cuatro Gatos, pasando por Asfalticca, hasta llegar a este Imperio De Monstruos, un trabajo que es pura vida, que es música, es, de nuevo, compromiso y vuelve a darnos fe de que estamos delante de músicos que, con pocas, o con muchas personas, seguirán pariendo lo que mejor saben hacer, que es hacer melodías y hacer que quien las oiga se sienta bien, como fue mi caso, agradecido de estar en un evento que me saque de mi vórtice vital, de mis demagogias, de mi desidia, de mis tristezas, de mi misantropía. La música, a mi también, me da la vida, y comparto esa pasión con estos músicos.

Sin embargo, aún estamos lejos de estar en la senda de la normalidad, y eso se aprecia en las salas, en este caso, La Sala Elefante Blanco, de la que hablare a renglón seguido. Resulta curioso ver cómo este tipo de música es aceptable en un entorno, quizás, algo elitista. Barrio de rancio abolengo y edad geriátrica, no creo que estén muy acostumbrados a oír la pasión por los conciertos de antaño y sus múltiples anécdotas, siempre de la mano de una persona tan implicada y conocedora de la escena como es Israel Minaya, (junto con su querida Bea) que nos deleito en la entrada con sus múltiples anécdotas de conciertos internacionales que ha vivido entre bambalinas, amen de que nos cuidó en la previa, e hizo del concierto un lugar mucho mejor, para los músicos, y en mi caso, para la prensa.

Así con eso puedo decir que la sala me gustó, mucho. El personal atento y serio, las zonas sonoras, a pesar de que estaba en pleno escenario, sonaba muy bien, y la zona de luces, para un fotógrafo como yo, pues dio para hacer un trabajo digno. Esta claro que es muy extraño para nosotros estar sentado en vez de estar de pie dando botes, y mas extraño es que te atiendan camareros con pajarito, y ver las arañas colgando del techo, cual restaurante de lujo. Sin embargo, y tal vez por la necesidad de estos eventos, pues como que me gustaron bastante. Si que es verdad, y creo que el grupo así lo acusaba, es difícil movilizar al público cuando no se le ve la cara, y ademas están sentados; es difícil hace corear los temas y meter al público cuando la parte que le toca no puede ser tangible, como es la pasión, la locura, el postín y el calor. Pero ver a la gente disfrutar del concierto, y el cariño que desprendían por el grupo ya compensa ciertos lastres.

Y el grupo se le ve, netamente, engrasado, y dio un espectáculo amplio de temas, incluyendo alguno inédito de cara al futuro. Pudimos ver a una maquina como es Gaby en las baquetas, presentado por el grupo como nuevo batería del grupo, una figura musical muy conocida de la escena, y una bestia parda que le sienta al grupo muy bien, y donde le vimos cómodo y disfrutando de cada tema, una muy buena adquisición.

Y entramos en la pareja del día, «Zipi Y Zape«, Rodrigo y Antonio, Antonio Y Rodrigo, uno hierático y cachazudo, no sin cierto humor correoso y de corto prisma negro junto con el otro compañero de tablas, histriónico, mercurial y genial, el sabor perfecto para el espectáculo, el tono perfecto para dar la base sonora e imagen al espectáculo de este Imperio De Monstruos, dos grandes artistas que se imbuyen en la música de los cortes, les dan la constancia y el cuerpo que necesitan los temas, mientras Javi pilota solo en su universo de notas al bajo. Mucho más delgado, pero igualmente pasional, Javi llena todo el escenario, con el permiso de Antonio Robledillo esa pedazo de voz, espléndido en sus notas, carismático, magnético, con una comunión total con el publico y con los temas que defiende, mientras Rodrigo muestra que no esta muy lejos de ser uno de los mejores guitarristas de esta zona al oeste del Missisipi, algo que Javi Canseco sabe bien, y sabiendose bien apoyado, sabiendo que tiene el pilar de estos músicos en mayusculas, el se deja llevar por las armonías y es la personificación del gozo en el rostro, en este caso el gozo musical, y que en este concierto le vi mucho más comedido en el ámbito del micrófono, algo que ayuda mucho a la narrativa del concierto. Por cierto, hay que explotar a ese guardián misterioso que inundo con su imagen el escenario, ese «Keeper Of The Seven Keys» que puede dar mucho, pero que mucho juego.

Y cuando la honestidad con tu trabajo, cuando tu compromiso es real, cuando el talento y la técnica convergen, este tipo de grupo empieza a coger un aura de grupo de culto, un grupo que quizás no llegue a grandes listas de éxitos, pero que con sus trabajos puedan dar fe de que han sido uno de esos grupos de culto que solo los grandes melomanos sabemos apreciar.

Espero, y les deseo que en un futuro no muy lejano, vean reconocido su esfuerzo y su calidad, y sean reivindicados como el grupazo que son. Yo ya vengo haciendo de hace tiempo.

Josean Zombie.

Listado de temas. Delirios, Condenado A Divagar, El Guardián, Recuerdos Del Ayer, Mi Rebelión, Surcando Los Bares/Solo De Batería, Hasta Romper Mi Voz, Cien Años Más, Calor Y Fuego, Ya Eres Uno Más, Falso Imperio, Imperio De Monstruos, Límites Del Miedo, Último Adiós, Mas Allá De Un Sueño.

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