Nada mas y nada menos nos llega desde Chicago Illinois este grupo de atmosferic y progresive metal, realizando un, cuanto menos, interesante trabajo.
No es un grupo del que pueda adelantar mucho; tienen un EP lanzado en el 2011 y este «Prisioner of the sunlight» que presentan en forma de trio, aunque en la grabación del disco se hayan apoyado en diversos músicos para dar mas fuerza a las composiciones, cosa que intuyo deben ser músicos de sesión.
Hay que destacar varias cosas del disco: uno la capacidad armónica que genera el grupo, buscando siempre la atmósfera, el sentimiento por encima de la técnica, pero sin obviar esta, con un estilo peculiar, que te recuerda a grupos como Opeth, o como Textures.
Bien es cierto que con temas que a poco que circulen en el reproductor, llegan sin dificultad a los cinco/ seis minutos, necesitan tener un buen andamiaje para no resultar aburridos, y esto lo consiguen con un buen ritmo, pero hay matices que deberian abordar.
Uno de ellos es la voz. Esta circunstancia esta definida por el sonido ambiental del grupo, y ese toque progresivo/ opresivo que destilan las canciones, y que debido al toque monocorde de la voz, hace que este sea el único punto que veo a mejorar en el disco, ya que la falta de rangos vocales hace que se tienda a lo monótono y reiterativo, siendo una pena, ya que los temas tienen capacidad para engancharte gracias al juego de guitarras y a un inteligente juego musical. Aunque en algunos momentos de intensidad se encuentren algunos guiños dramáticos y guturales como en canciones tales como «Threshold».
La sensibilidad inherente esta a flor de piel, y la estructura bajo/ guitarra/ batería tiene unos endiablados entramados que hacen sumergirte en la historia, aunque no dudan en apoyarse en un solvente y melancólico envolvente teclado, e incluso en algunos arreglos orquestales. En ese sentido, y como decía anteriormente, la melodía y limpieza es total en la voz de John Becker, acorde al universo del grupo y a los temas del disco.
En general es un gran trabajo, que guardan unos músicos que saben como acercarse a tu alma y jugar con tus emociones, con tu empatía, y la sensibilidad que guardan joyas dramáticas y rotas como muestran canciones como «Ossify», prácticamente un bálsamo armónico, o mas electrificadas y progresivas como es «Fractures». Hay también espacio para el acústico, en «Reflections»,una canción sin letra, solo con la armonía vocal, el sonido del viento y la guitarra, una joya que enlaza con «Seaworthy», prácticamente Jazz progresivo, apoyado en el fantástico trabajo del bajo de Richad Stancato y la amplia técnica de batería de Adam Hansen.
Esta claro, este disco es para disfrutarlo en la intimidad, en una buena compañía, haciendo el amor observando el transcurrir del universo, o tomando una copa de cogñac.
7/10
JOSEAN ZOMBIE.