Con una entrada que evoca a las tribus cherokees, arapahoes y los pies negros arranca Psicomotor, un proyecto de rock nacido entre las tierras de Segovia de las cenizas de Locomotor… y ya os digo que es bastante distinto a lo que sueles escuchar.
Con una producción que busca ese sonido típico de los años ochenta, bastante conseguido, todo hay que decirlo, con un toque ciertamente punk en algunos puntos del disco, que beben de grupos como Decibelios, Cicatriz o los míticos Vomito ( solo en el comienzo del disco), al que se le añade un toque de rock y heavy, muy Obús, pero tamizados en un punto que se decanta por el rock sin ambages según va evolucionando la escucha del disco.
El caso es que los temas son de construcción diáfana y el deja-vu es de aquellas cintas TDK que escuchábamos de jóvenes, de calles y sentimiento rebelde, y de eso este disco te deja mucha escuela.
La sección rítmica es concisa y no busca florituras, sustentada por la sección de bajo, bastante significativa en los temas, y con un trabajo en los riffs no excesivamente complejos, pero efectivos.
Incluso se atreven a darle ciertos matices en temas tal y como apreciamos en Nazareth, un tema mas rockero , un tema en el que encontramos trazas de teclados en los estribillos, y que huye del sonido de los dos primeros temas , «Libre» y «Rumor», temas de alma mas punkarra y deshinibida.
«Dimelo» es un tema de puro rock desvergonzado y crujiente, un tema cristalino y de deje entre Obus y los míticos Mazo, «Juguetes de fuego» es un tema que busca la complicidad dramática del oyente, un medio tiempo de carga profunda en la lírica.
«Inercia lógica» retoma ese deje de punk rock-rock, y en este tema encontramos la colaboración en las voces de Irene Miguelsanz dando el contrapunto a las voces de Juan Pablo Psycomotör, un tema interesante en su desarrollo, con un punto distinto.
«Reina curiosidad» se inicia con un contrapunto entre guitarra y batería, una guitarra libre de distorsión y que se diluye en un tema mas melódico con la incorporación de una linea soterrada en el fondo del tema de teclado, aunque no termino de verlo en el entorno del disco, guarda la linea que encontramos en «Nazareth»
«Tensión» retoma ese ritmo trepidante de los temas mas de alma punk-rock mas dinámico y en el que disfrutamos de un deje arenoso en la voz que dota al tema de esa esencia viva y sucia de un buen tema de pub y madrugada, y en el que el grupo se vuelve mas interesante.
«Bajo standing» es un tema en el que el grupo parece buscar una representación densa, dentro del prisma de un buen mester de juglaría, llevado al punto de metal… pero no termino de ver el tono de falsete que se adopta en algunos puntos del tema, aunque el riff es bastante animoso y te lleva al punto fiestero que el tema reclama.
«Ley y desorden» reclama el punto oscuro y denso, muy marcado, un tema duro, un tema en el que el uso de un par de acordes de guitarra bajos y un uso muy concreto del teclado, logran una atmósfera a tono al tono de la lírica, un tema de alma oscura, mas Heavy y menos rockero.
«Psycomotör» cierra el disco, un tema marcial donde sientes la caricia de la pua en las cuerdas de acero, y en que, aquí si reina sin sonrojarse el espíritu Obus.
El disco a mi parecer presenta algunas irregularidades en los temas, en cuanto a la linea aglutinante, no en la compositora, que no terminan de cuajar una linea definitoria que marca el carácter del grupo, y hay algunos temas fallidos, siempre a mi humilde parecer, sin embargo ese deje al Heavy que reino en este país y ese deje punk que encuentro en algunos temas, son bastante interesantes, y tiene destellos de calidad innata que deberán pulir en próximos lanzamientos.
Para los seguidores de la antígua Iberia metálica.
JOSEAN ZOMBIE.