Como pasa en muchos, muchos casos, por desgracia, grupos como DORMANTH a los que vamos a conocer a renglón seguido, es uno de esos grupos de amplia trayectoria, conformado por músicos talentosos y de amplio recorrido a los cuales apenas se les ha hecho justicia… nada menos que desde el año 1993, nacidos en Bilbao y contando con gente del calibre de diferentes bandas como NOPRESION (Oscar del Val ), BEER MOSH (Javi Martínez) o ELBERETH (Maciej Zienkiewicz) conforman este grupo, en el cual y tras asentar su formación con Jorge Elizalde al bajo y Voz y Santi G. Mendezona en la guitarra graban en Enero de 1994 su demo auto producida «SADNESS». Después de cambios y parones varios, el grupo retorna al mundillo el 2015 y ahora, en el 2018 nos llega su tercer largo, este trabajo titulado»IX Sins» con Oscar del Val a la batería siendo miembro original junto a Javi Martínez, Isma Fernández al bajo y Miguel A. Richart esta vez encargado de la otra guitarra. Cuenta con la portada del el artista Igor Mugerza, como ya fue en sus dos anteriores trabajos
Ellos se definen como death-doom melódico, y lo cierto es que por las fechas en los que empezaron y por su sonido, bien se les puede emparejar a grupos como Be’lakor, Insomnium o Anathema.
Sin embargo, Dormanth tienen un registro que no termina del todo de encasillarse en el tempo melódico de los grupos anteriores, si bien el grupo evidentemente bebe de las aguas melódicas, noto un tono muy afilado y una dinámica en los temas que los aleja del Doom y los trae a un Death mas dinámico, pero no exento de melodía en cada tema. Creo que esto es gracias a una arquitectura rítmica notable y muy incisa… la voz cavernosa se envuelve y resalta bien gracias también a un buen trabajo de las guitarras y a una discreta armonía de bajo que aporta la necesaria profundidad a los temas.
Ni que decir tiene que para formar los nueve temas, el grupo ha mimado las composiciones, y denotan una técnica pulida de años en los aportes de los instrumentos. Analicemos este trabajo.
Oscura y afilada, así entra el primer tema, «Human Claim» un tema que si tiene bastante de Doom en su estructura compositiva, dentro del arco del death del grupo, notablemente compleja y llena de matices… este corte es de la misma escuela de los chicos de «Insomnium», conjugando lapsos armónicos cadenciados y una rítmica mesurada para dar fuerza a las guitarras y a la lírica.
«Lamb Or Wolf» el segundo tema, sigue esa estructura compacta y marcada en la parte rítmica, mientras que las guitarras cogen fuerza, entrando en una parte mas escorada al death. Las líricas aqui tiene una perspectiva mas abierta, con distintos registros. Destaco la fuerza armónica del bajo.
«Let See The Wolf», bien podría ser considerado como un corte de death-thrash por su estribillo de ametralladora sonora, sensiblemente mas sencillo que los temas anteriores, pero de igual filo cortante y afilado. Me encanta el final apocalíptico e in crescendo del corte
Mas clásico, pero no por ello menos interesante tenemos «Like Ice», una canción a medio tiempo de unos Be’Lakor o unos Moonspell… densa, fría y de evidente belleza, este corte gracias a su cadencia, a la melodía del bajo, y su ritmo en el estribillo se te pega rápido…
Igualmente hipnótica resulta «Promised Land», solo que aqui el grupo da cancha a su versión mas salvaje. Super acelerada, pero intensamente hermosa en su armonia, tiene la belleza del frio invernal y su dureza también.
Ahora si, un corte netamente Doom… pesado, cadente y frío, «Soul Shall Die» da el contra pie perfecto a los cortes mas salvajes del disco y aporta un punto ecléctico y versátil al sonido del disco, aunque no es el corte que mas me haya seducido, quizás por ser un tanto predecible. No obstante, y a pesar de que no le falta calidad, me sobra la voz en off.
En cambio, «Misery», si tiene ese contrapunto entre dureza del death y su perspectiva mas doom. Este corte resulta realmente duro, realmente afilado y majestuoso dentro de su brutalidad… y con una parte de batería realmente espectacular.
Casi ya en el final nos encontramos con «The Skin» un corte espectacular, lleno de melodía y dureza, con un equilibrio perfecto entre oscuridad y luz, donde la parte rítmica vuelve a despuntar por su fuerza, junto a la versatilidad de las partes melódicas de la guitarra y del bajo. Uno de los mejores cortes del disco, pero me vuelven a sobrar las voces en off.
Y ya en el último corte «Sands Of Frozen Tears» el grupo nos obsequia con un corte de buena lírica profunda y gutural, armonía y tono lóbrego, mas imbuido hacia el Doom, volviendo a mostrar detalles en las armonías sobre los que perderse.
Un trabajo que denota varias cosas… una que detrás de este trabajo hay horas de composición, y también no pocas horas de vuelo técnico a la hora de plasmar las ideas sobre el pentagrama. Por otra parte, es un trabajo que resalto por que guarda unas ideas mas que interesantes dentro del espectro del death melódico.
Josean Zombie.