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Tolerancia en el metal, ¿Somos tolerantes? Balada triste con Sherpa.

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Queridos (y muy escasos) seguidores de esta página y de este «juntaletras» al que vais a seguir a renglón seguido. Hoy quiero preguntaros, ¿somos realmente tolerantes en el rock?

ES una pregunta aparentemente de perogrullo… el rock siempre ha sintetizado vientos de libertad, de rebeldía, de democracia, todo idealizado en letras, en música, en un aura utópica de la que siempre somos garante, sobre todo en redes… ¿pero que es lo que pasa cuando un músico da su imagen más humana a la par de falible y se sale del guion?

Tenemos muchos casos en los que el músico es más, probablemente, que la persona, o así nos lo creemos como justicieros universales de la verdad, del axioma universal que nos da nuestra opinión: Ted Nugent, músico americano de postín, nunca ha escondido sus simpatías por el partido republicano, por la asociación del rifle y de su ansia, o hobbie, llamemoslo así por la caza. Ted Nugent, ha echo proselitismo de todo esto, y da la circunstancia de que el músico americano es, ademas, un músico, pero sobre todo, una persona inteligente. En no pocos eventos televisivos no ha rehuido el cara a cara, mediático, la confrontación en la arena televisiva, argumentando sus ideas, dando valor a sus propios valores, y no es un contrincante naif, argumenta y da razones de peso para justificar sus ideas. Ted Nugent, a nuestra mirada europea es un tipejo de ultraderecha, pero hacer esto es simplificar la figura que representa y da argumentos a sus seguidores, y no precisamente musicales, a través de la muestra de unos contrincantes ubicados en la descalificación.

A su vez, la postura de Ted es valiente: no se esconde, es una persona integra y defiende, desde el respeto, sus ideas ultra derechistas, y eso lo convierte en un contrincante temible, pero sobre todo, honesto. El eligió dar su cara real tanto como músico, como ser humano, con todas sus consecuencias aunque pueda defender ideas muy controvertidas.

Con esto nos presentamos ante un dilema. ¿Nos quedamos con la imagen del Ted Salvaje de Damm Yankees y como músico grandioso que es y miramos a otro lado, dando fe de que es un músico realmente excepcional, o lo denostamos por lo que es como ser humano y sus ideas políticas, y de ningún modo oculta?

Aquí ya entraríamos en varios aspectos, uno el ser un cínico y quedarnos con el músico, o bien ser inconsecuentes con su ideario político y disfrutar de su música, o también, ignorarle seculo seculorum.

Pero también cabe el echo de saber entender la persona, y aunque no coincidas con sus aspectos políticos, si estos se defienden en un entorno civilizado y de dialogo, (y no se sobrepasan ciertas lineas humanistas o de respeto por el ser humano) deberiamos contrarrestar su ideario preconizando tus propias ideas, pero respetando las de tu adversario; es decir, crear una ágora de dialogo donde las ideas tengan cabida y se puedan debatir. Parece de sentido común, pero no lo es a día de hoy.

Hay muchos músicos que rehuyen de la política, ya que ser participe de uno u otro bando les pone en la tesitura de ser querido por unos, y odiado por otras, y eso se refleja claramente en las visitas a sus directos, y a sus ventas de discos. También puedes ser un músico comprometido con una causa, como el propio Nugent, pero de otro signo como fueron Los Clash, o Rage Against THe Machine, que desde un principio son conscientes y no dudan en demostrarlo, afines a una determinada linea política, cosa que les ha brindado un público fiel, y un respeto claro entre sus seguidores.

¿pero que pasa cuando un músico se destapa y da una imagen de como es como persona?

Esto es un poco lo que le ha pasado a Sherpa. Con un (posiblemente) desafortunado hilo de tweets, el músico ha demostrado su opinión desavenente con la linea que esta llevando el gobierno en esta pandemia que estamos padeciendo, y ha mostrado su temor ante un posible hundimiento de la nación, a manos de este gobierno, en un estado comunista. He de decir que en este caso, Sherpa se ha equivocado de cabo a rabo, pero no por lo que pensáis.

Un músico se debe a su público, es el que de una forma u otra le da de comer, y si no has demostrado tu carácter político corres el riesgo de ser estigmatizado por una buena parte de ese público que te ha aupado al puesto en el que estas. Con eso no quiero decir que Sherpa no deba, o no pueda decir sus opiniones personales donde quiera. A diferencia de lo que expone, a día de hoy estamos en un estado de derecho, una democracia que no es precisamente comunista (le animo a que lea la gran obra de Orwell, Rebelión En La Granja para que entienda de verdad lo que es un estado comunista a diferencia del que vivimos a día de hoy). AL expresar sus opiniones de esa forma ha dejado de lado a una buena parte de sus seguidores, y se ha quitado esa patina, ese aura mítica que portaba como el cantante de Baron Rojo, uno de los grupos inmortales de este país siendo su imagen icónica ya un legado propio, y se ha mostrado humano, y eso para algunos, es simplemente intolerable, ya que le quita su imagen preconcebida y mitificada de lo que pensaban que era o representaba.

Aquí es donde entra la tolerancia: Sherpa no ha sabido argumentar sus ideas, y ademas se ha lanzado a las redes, y lejos de resolverlo, se ha enfangado más en un circunloquio, que en momento parecía una pelea en el barro que lo ha llevado a dejar las redes sociales. Sin embargo, ¿tenemos derecho a descalificarle por que no piense como nosotros? ¿no deberíamos haber tenido una conversación donde el músico diera su impresiones a las que pudiéramos revocar de manera civilizada? ¿quita esto algo de merito al legado que ha dejado como músico?

¿Somo hipócritas cuando miramos para otro lado con ciertos músicos que como personas no valen nada, pero como músicos brillan? ¿somos hipocritas con ciertas canciones en las que su letra simplemente es basura, pero nos mola el grupo y el tema? Se me ocurren no pocos ejemplos, como el señor Varg Vikernes de Burzum, un reconocido Nazi, y un asesino, al que no pocos idolatran, o el aura «mística» de Charles Manson, autor intelectual de la matanza de Sharon Tate, y que no pocos músicos vanaglorian, pasando por Axl Rose.

Creo que Sherpa esta profundamente equivocado, pero como diría Voltaire, «NO comparto sus ideas, pero daría mi vida para defender su derecho a decirlas».

Somos un reflejo de la sociedad polarizada en la que vivimos, y como horizonte humanista y viendo el reflejo de lo que se dice muchas veces en las redes sociales, estamos más cerca de volver a caer en los errores de antaño y volver a hacer que Europa arda de nuevo, y desde aquí rompo una lanza a favor del sentido común y la tolerancia.

JOsean ZOmbie.

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