Rayz están de vuelta, si es que an algún momento se hubiesen ido… no, ellos han persistido en su propuesta, y a pesar de múltiples y profundos cambios en su estructura, seguimos contando con el sonido y la violencia sonora que caracteriza a nuestros Five Finger Death Punch patrios.
Este trabajo ya salió hace tiempo, en octubre del pasado año, y lo cierto es que se nos ha pasado un poco dadas las circunstancias. También es verdad que un grupo como Rayz es el tipo de grupo absolutamente «underground» y de culto, como para que en cualquier momento una crítica, una reseña o un apunte sobre su existencia sea plenamente satisfactorio.
Rayz nos presenta en este «Invictus» un trabajo que de nuevo tiene el pilar inconfundible de la voz De Diego, para mí uno de los mejores vocalistas extremos de este país, y netamente desconocido. Así con eso la formación ahora cuenta con la base rítmica de Nitro Destrucción (Barbara Black, Ex-Agresiva, Ex-Amset y leyenda de nuestra escena) un batería muy conocido de este mundillo, y otro de los mejores baterías de este país.
¿Qué encontramos en este trabajo? Pues curiosamente nada nuevo en su sonido, siguen siendo corrosivamente Rayz, sonoridad bronca, lineas melódicas cuidadas en las bases de guitarra, y una base rítmica que enaltece la base lírica de Diego. En este aspecto, el grupo a enriquecido la composición para dar un Death metal profundo, sin buscar la aquiescencia o inventar la rueda. Los temas, hablando en palta te vuelan el flequillo y suenan contemporáneos y old school al mismo tiempo, tienen las lineas de los movimientos del Death europeo, pero también tienen las lineas sonoras de la Bay Area.
Esta claro que el metal extremos es una forma de vida y una actitud, y me hora estar presente en algo tan pequeño pero con tanta potencia y calidad. Siempre he sentido que quién sabe estar al lado de los grupos mas desconocidos pero de tanta calidad habla de buen saber sobre quien lleva una remera de un grupo que no conoce nadie, como me pasaba con la gente que llevaba una de Agoraphobic Nosebleed.
Así con eso, las composiciones tienen un plus de lustre, y muestran al grupo que se toma muy en serio su proceder sonoro. Lo cierto es que el disco suena muchísimo, y tiene ese enganche particular, por lo que no es monolítico en las ideas.
Tenemos 12 cortes (titulados todos en latin) comenzando por Tempus Fugit, una entrada sensible y espaciada que abre el trabajo a «Servorum» un corte que ya nos abre a esa base rítmica brutal y marcada que se adhiere al estribillo de las guitarras headbangers (y de cuidada Armonías) y sirve de anfiteatro a la voz de Diego fulgurante en el trabajo completo. Seguimos com «Liberi Amams» un corte que sabe a estilos anexos a grupos como Five Finger Death Punch y que es una jodida delicia rompe cuellos. El siguiente corte es Somnium, un corte que busca esa atmósfera malsana y brutal, netamente bronca en la que el grupo se vuelve una coral, una maquina de masticar carne y defecar restos humanos con la trituradora a pleno rendimiento, puro deleite headbanger y brutal nitro en la bese rítmica haciendo honores a las liricas. No paramos las maquinas infernales y nos imbuimos en Robur Cordis con una entrada mas «heavylona» que los otros temas para entronizar la voz De Diego sacando fuego del infierno para un corte que se aleja un poco del academicismo implícito del death y entrando e incurs¡onando en un metal contemporáneo y de una intensa atmósfera muy conseguida que circula hacia un allegro cainita y mefistofélico.
Seguimos con «Infesta» tema de fuerte cadencia headbanger ya desde su principio y que invita a la mas bruta de las zonas del mosh pit, un corte de nimias concesiones que, de nuevo tiene en sus puentes ese enganche particular y adictivo y de nuevo con Diego espectacular. El siguiente en caer es «Nunquam», otro corte en el que los estribillos de guitarra cogen protagonismo y dan un corte académico del Death pero que gracias a su estructura y atmósfera malsana y corrosiva resulta de lo mas adictivo. La homilía escabechante sigue en «Hominum», otro corte que tiene una composición que tiene un increíble equilibrio entre las melodías adictivas y las mas puras pulsaciones extremas al mejor loor del death pero con una estructura algo menos densa que los otros cortes. «D.F.T.» cae en el saco como un corte que empieza de forma técnica y marcial gracias a la batería de Nitro y se abre a un corte donde la base rítmica, sobre todo el bajo coge protagonismo. La composición y dirección, ademas de la cadencia del corte es clara, un cañonazo sonoro que se aprecia cómo el muelle de una pistola a punto de descomprimirse.
Nos adentramos en el siguiente corte como es «Exitium», que ya entra hiper técnico con la base lírica de Diego volando en la cadencia marcada de las guitarras y la linea rítmica caminando como una apisonadora de cuchillas. Me encanta el estribillo cruzado de bajo-guitarra en segundo plano que es puro metal rompe huesos.
Entramos en el preámbulo del fin con «MMXX», entrada marcada y marcial para pasar a otro estribillo marcado y al son de la lírica brutal (y en puro castellano) de este tema tan personal e intenso. La lírica del corte es cadente y muy marcada al compas del estribillo, y la función del corte es ser atmosférico pero intrínsecamente asfixiante, malévolo y perturbador.
Terminamos el nuevo capitulo que nos ofrece el grupo con «Spectrvm» un corte en el que la base lirica se contrasta con la melodía del corte, técnica y afilada, quizás un punto orgánica, pero que funciona cuando el tema busca la respuesta del oyente. La adquisición del sonido de campanas siempre la da un aire atmosférico cargado y fúndete con la lírica oscura y macabra.
Tenemos un disco que muestra, primero, la profesionalidad y el tesón de unos músicos por un proyecto como es Rayz, la evolución técnica que presenta este «Invictus» y porqué reclamo y reivindico este grupo como uno de los grandes desconocidos de la musca extrema que tiene el nivel necesario para reventar escenarios fuera de la piel de toro.
JoSeAnZoMbIe
