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LEATHER HEART «Comeback» «The fish factory»

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La primera vez que vi a Leather Hearh, fue hace ya algunos años en la desaparecida sala Excalibur. La conclusión que pude sacar de esa noche fue: grupo joven, con buenas maneras, un vocalista desmesuradamente bueno, pero unos temas que son, en sonido, un calco de las armonías de los Judas Priest.
Mi opinión sobre el vocalista no ha variado en absoluto; Adrian Gonzalez tiene un espectacular potencial, como pude comprobar una vez mas en el leyendas del rock, cuando sustituyó a Javier Endara en Wild durante el concierto que dieron por allí, hace un par de años ya.
Pero, lo bueno de los músicos, es que como el buen vino, maduran y cambian, y este «Comeback» mantiene ese tono a los Judas, pero aprecio un arco melódico mas amplio, menos cerrado en su sonido. Tal vez sea por la producción, tal vez sea por el sutil cambio que han experimentado con los años… tanto da. Estamos ante un mas que prometedor disco de debut que se saborea rápido y siempre te deja con ganas de echarle otra oida.
Ya desde el principio, nos encontramos ante una portada que no deja indiferente, muy en la onda de algunas portadas míticas de los propios Judas o de grupos clásicos como los Scorpions.
El ambiente armónico que hacen ahora Heather Hearth es mas abierto, y menos Judas, aunque permanece ese regusto clásico de los metal gods, pero también aprecio influencias que van desde Cauldron, Samson, a Satán… solo metal clásico.
Y desde luego de esos caldos vienen estos vinos, y el disco es una gozada para todos los que amamos el buen metal.

Desde la primera andanada de metal que es un tema como «The crow»el camino te va sumergiendo poco a poco en un conglomerado de sensaciones y gustos clásicos que te van llegando poco a poco y te recuerda el porque te gustan las tachas, los cinturones de balas y los chalecos cuajados de parches. Ya con el buen tono de este tema y esa introducción fantástica ya sabes que esto es heavy metal en alto voltaje.

Temas como «Destiny», «Depths of space», «Danger zone» (en este ultimo con un velado y sutil aroma a los mejores Don Dokken que reventaría sin duda las radioformulas y la MTV de los ochenta sin problema)  o el propio «Leather heart» son pura nostalgia rockera en el que el tono justo en los estribillos, con un velado sentimiento hace que las líricas se lancen sobremanera. La composición y la estructura es en todo momento clásica, pero el buen gusto esta ahí y suena simplemente brutal.

El resto del disco no le va a la zaga, y la homogeneidad de la calidad del disco resulta contrastable tema, tras tema, «Depths of space» sigue la senda marcada por «Danger Zone» siendo una canción que plasma a la perfección ese toque ochentero tan pegadizo, y ese estribillo que realza el clímax central de la canción.10947355_589311517873174_2937126188050264300_n

A su vez tenemos también la maideniana (primeros tiempos de Maiden, con Paul Dianno) «Rock & roll soul»  pensada por y para crujir cuellos, «Hopeless Sinner» fantástica en su estructura y ese deje cabalgante en su alma, mortalmente heavy, sin obviar la buena melodía, y para mi la mas universal y probablemente la mejor del disco, «Restless» canción que contiene una base de bajo que vuela en todo el tema muy bien maridada con unas rítmicas perfectas y una guitarra que sin explotar grandes alardes técnicos se muestra perfecta;simplemente genial.

«For you» es el tema que recoge la sensibilidad mas a flor de piel del grupo, una balada muy en la onda de los clásicos y que cumple perfectamente su cometido dentro del disco, muy bien ejecutado y mejor pensado y estructurado.

Cerrando ya esta critica tenemos «Comeback» cerramos el disco con uno de los temas con mas alma Judas, a pesar de tener unos cambios muy interesantes que le dan un punto mas cercano a las canciones mas cercanas a las canciones mas dramaticas. Realmente es notable cerrar el disco con un tema que podría ser sin problema el primer tema del disco.

Realmente estamos delante de un debut muy prometedor, de un disco inteligente que nunca se te hace pesado, si no que te va envolviendo, te va haciendo suyo en cada escucha, y sobre todo, lo mejor: estamos delante de un grupo, de un todo en el que cada uno aporta su sensibilidad y su saber hacer para plasmar el sonido «Leather Hearth». Y suena cañón.

 

 

 

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