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DEF LEPPARD «DEF LEPPARD» Ear Music.

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Hace no tanto, un disco de esta envergadura, y de este grupo, habría levantado tanta expectación como un disco de Metallica (no en vano son coetáneos en tiempo) e incluso en el cúlmen de su éxito compararse a la popularidad momentánea de unos Rolling Stones.

Sin embargo, no se muy bien porqué Def Leppard, desapareció mediaticamente de los grupos punteros del rock, llamémosle aquellos capaces de llenar grandes estadios y conseguir sonar en las radioformulas comerciales.

Entrando en sesudos y hondos análisis podríamos hablar de una errática linea de publicaciones, o quizás que su estilo paso a un segundo plano en virtud de otros estilos dentro del rock, pero de lo que no me cabe la menor duda es que no ha sido por que hayan perdido vigencia, o un ápice de calidad. Este retorno de los Leppard es la constatación de que no han perdido frescura ni recursos para realizar un álbum fantástico, que si bien no esta a la altura de sus mejores épocas, tampoco se puede decir que no mire dignamente a los ojos a su discografía, y eso teniendo en cuenta el grupo del que estamos hablando, es mucho decir.

El hard rock fresco y directo de los «Pyromania» o de su gran disco «Histeria», permanecen incólumnes, y sus estribillos adictivos y brutalmente jóvenes estan ahí, tangibles y plenamente vigentes. entiendo que las emisoras estatales seguirán cerradas por su necedad e intransigencia a todo lo que no sea pasar por caja por salir en las ondas hertzianas, pero no me cabe duda que temas como «Lets go» o «Dangerous» e incluso el tono semi Queen «Another one bites the dust» ( ojito al bajo de de Rick Savage; rezuma clase y feeling en esta joya del disco) en el que han lanzado en «Man enought» tienen el sello de rompeventas, y hit single que solo los grandes pueden hacer.

La composición de los temas es simplemente de libro de texto, y la producción saca el genuino sonido Leppard: aquí el gran mérito del grupo es haber sabido mantener vigente su sonido cristalino y eléctrico a pesar de los años transcurridos, y no haber perdido vigencia.album

Desde el primer «Let´s go» las armonías clásicas te vienen a la mente y compruebas el sonido y la forma del grupo están a alto nivel: no solo por mantenerse, sino por que compruebas que la complejidad en las armonías revela que el grupo no ha sacado un disco simplemente por relleno, sino que tenemos un mesurado trabajo detrás de cada composición. El támden Campbel-Coen simplemente hacen diabluras con los trastes, y en esto la bis melódica de Joe Elliot se encuentra en su escenario natural. Esto se ve claramente en la intima y sentida «We belong» un baladón que seria un éxito seguro en las listas americanas de los noventa. En algunos momentos encontramos algun tema no muy en la linea del grupo, pero igualmente bueno, como el rabioso y rockero «Sea of love» en la linea de unos Black Crowes o unos Electric Boys, puro feeling rockero. Mas contemporáneo, pero igualmente electrizado tenemos otra canción «All time high» que sigue los estribillos y las líricas mas dinámicas y hard rockeras aunque prescinde del tono compositivo complejo de los primeros temas, haciéndolo mas accesible, pero mas predecible, lo cual no tiene que ser malo en absoluto. Mas en la onda clásica tenemos el tema «Energized» perfecto para lo que es el grupo, puro Leppard. El punto acústico, muy americano y presupongo un guiño a ese mercado tenemos «Battle of my own» que desemboca en un Zeppeliniano tema que es una pura delicia (Last dance seria su contrapartida dentro del disco de forma acústica y en balada).

Cerrando el disco, el grupo se despide con un autentico bombón musical como es Wings of an angel focalizando esos estribillos míticos que los han catapultado, y que aquí se vuelven a mostrar en plena forma, uno de los mejores temas del disco. Y por último la arreglada e intensa balada Blind Faith que reivindica el espíritu británico del grupo, y sobre todo a los Beetles omnipresentes en el espiritu de este tema.

Lejos quedan los tiempos del «Pour sugar on me»  pero me remito a un símil musical: si cualquier grupo novel hubiese sacado el denostado disco «ST Anger» de Metallica como disco de presentación, estaríamos delante de un disco revelación y prometedor que nos habría dejado con la boca abierta, pero para Metallica se quedó, injustamente, en un disco menor. En este disco temo que pase lo mismo, y sería un autentico error porque es un gran disco a la altura de un grupo mítico como son los Leppard.

 

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