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BLACK WEST «49/14:THE LAST DREAM»

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Es notorio que el nivel que tenemos en lo musical debería estar comparado a nivel mundial con el motocliclismo, o con muchos de los deportes punteros que mueven masas en este país, pero como ya se sabe, se prioriza el deporte a la cultura y así nos pinta.

No entrare en una perspectiva sin visos de solución, y si os diré que estos chicos de «Black West» y su álbum «49/14: the last dream» es un álbum plenamente internacional a la altura de coetáneos americanos.

Su música es un compendio de stoner con sludge, como ellos mismos se definen, y que podríamos comparar con grupos como Kiuss, Down, por poner una referencia. Ritmos que huelen a sed y arena, dureza y melodías cargadas de historias broncas, comandadas por unas líricas rotas y lacónicas comandadas por Jose Castillo ( The Burial chamber, Drama, Codex entre otros) sobre la idea del alma mater del grupo Marcos Cordo, guitarra .

Ademas encontramos un grueso y omnipresente trabajo de bajo, dando un fuerte caracter a cada composicion de Rubén Calderón, (Ebola, Helldrivers), las trabajadas rítmicas de Iván Ballester. Todo el grupo sintetiza un notable trabajo sobre el que las melodías sueñas rudas y polvorientas se te pegan poco a poco, escucha sobre escucha. No es un disco de digestión rápida, ni de estribillos coreables y facilones. La música de Black West es densa, dura y bien articulada, pero requiere varias escuchas hasta dejarte imbuirte en las melodías.406920_320846744626078_395516399_n

Desde el arranque de «Smaller than keys» nos encontramos una canción de ritmo grueso y cadencia, que según va desgranando a través de los cambios de voz del vocalista, te vas sumergiendo en las melodías circulares y marcadas de este tema de puro stoner, donde puedes mascar cada acorde. Marcadísima la linea y las armonías de bajo, ejerciendo un fuerte maridaje con las rítmicas y la guitarra.

Mas en la linea Down, tenemos «Betrayer», simplemente brutal, donde las líricas imprimen distintas atmósferas según el cambio vocal que requiera este tema. También te regala un ritmo de melodía de bajo super interesante, sintiendo la atmósfera sofocante y sudorosa que imbuye el tema. Genial.

«Whats is wrong with me» mas abierto en su sonido aunque igualmente cadenciado tenemos este tema. Ritmos en los estribillos machacones, sabores totalmente sureños, un tema que huele y sabe a chulería. Quizás uno de los mas influenciados por los ritmos americanos, y con un buen juego de coros.

«Once upon a time» es una canción que es un juego brutal, lleno de atmósferas y rítmos cabalgatas, muy dura y dinámica, quizás el tema mas heavy del disco, en donde su progresión de las líricas entre guturales y lineas armónicas mas accesibles dan un resultado inquietante. Es un tema difícil y de distintos prismas.

«1966»: aquí la pureza del estilo que practica este grupo se aprecia en toda su intensidad. Ritmos lacónicos y duros, muy cargados donde sobresale el alma de la guitarra eléctrica. Tienen un punto de inflexión central que deriva en una brutal lírica donde el grupo se presta como muro rítmico. Brutal en su mayor definición.

«I´m sick like them» tiene un alma mas accesible. Sobre un estribillo de guitarra y de bajo mas limpios y dinámicos, las líricas están mas abiertas, y prescinden un tanto de los guturales, sin dejarlos de lado avanzando a un clímax central férreo. No puedo dejar de recordar en este punto a grupos como Tool, no se porque ya que no tienen nada que ver, pero me los recuerdan.

«I need to watch things die» tenemos otro tema denso y didicil de acceder: con una estructura parecida a los primeros temas, el grupo diseccionarlas zonas armónicas según discurre el tema, con especial énfasis en las partes mas cadencias que imprime la guitarra y la base rítmica. Es un tema puro que incide en la mezcla sludge-stoner sin miedo a la densidad. No apto para todos los públicos.

«Save yourself» es el tema elegido para cerrar el disco, y el mas marciano en su comienzo. Con una entrada country, que le precede una melodía de bajo endemoniada, sigue a continuación otro tema básicamente igual, en estructura al anterior.

Esta claro, que desde la magnifica portada y contraportada que se ha currado el artista David Sarrá, pasando por el potente sonido que tiene el disco, estamos delante de un grupo que mira directamente al otro lado del charco, a un público que aquí en estos condados dudo que encuentren. No es un disco fácil, no se digiere rápido, por su densidad y por su rotundidad, pero es un gran disco.

JOSEAN ZOMBIE.

 

 

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