Notable expectación a levantado los chicos de Arch Enemy con este «War Eternal» y la sustitución de la vocalista Angela Gossow por la ex-The Agonist Alissa White-Gluz, en buenos términos según declaro también Angela, según ella con la mejor adquisición para el grupo para sustituirla.
Y lo cierto es que estamos ante un álbum que muy bien podría estar entre los mejores albunes de este año, un compendio de trece temas donde el grupo ha dado un paso adelante, y aun a pesar de haber realizado un disco que parece una apisonadora sónica, compacto y brutal en una perfecta quintaesencia, tiene los ingredientes necesarios de melodía y fina estructura melódica para hacer de todos y cada uno de los temas un perfecto elenco adictivo.
Y ojo, recalco que no han escatimado en la brutalidad, en los riffs circulares y aderezados de un brutal ataque rítmico en los que la voz entronizada de Alissa levanta los clavos del suelo; ejemplos varios, desde «As the pages burns» un tema increíble, brutal que te deja unos interludios en los estribillos que bien podaran recogerse en los párrafos de alguna sinfonía clásica para en un giro concatenado llevarte de nuevo al frenesí sónico y volverte a mecer en un intercalado de guitarras a doble trabajo que te quitara el aliento.
Otro tema brutal y adictivo es sin duda «War eternal» uno de los temas que mejor aúnan el componente melódico con la estructura mas rápida, y que también podemos apreciar en el imponente estribillo de «No more regrets» donde la guitarra de «Michael Ammot» recuerda de quien estamos hablando realmente y quien lleva la voz cantante, y como la armonía que arranca de cada fraseo ha subido de nivel, (Con un grandísimo componente sinfónico y clásico en todos los temas en los que se puede intercalar)siendo uno de los personajes a tener en cuenta y mucho dentro de la música en Europa.
La capacidad compositiva es brutal, y no tienen miedo de adentrarse en pasajes mas íntimos y recogidos como podemos disfrutar de la gema que es el cortísimo tema «Graveyards of dreams» intenso mostrando un amplio prisma de estructuras musicales y raíces amplias como influencias.
La gran baza es sin duda saber hacer un metal de tintes recios pero a la vez melódicos que sepa concatener al al voz gutural de Alissa, y no tienen empacho en utilizar en ocasiones los arreglos como en «You will know my name» tema en los que si escarbas un poco incluso puedes reconocer alguna traza de los grupos que han influenciado a este grupo, y que creo adivinar en algún estribillo a los Scorpions, aunque creo que este es el único talón de aquiles del grupo y del disco y es el uso excesivo de arreglos melódicos que le resten al grupo la contundencia que le caracteriza, esto lo vemos en el tema «Time is black» que llega a rozar el engolado de una película del corazón.
Arch Enemy sabe que es uno de los grupos de reseña europeos, y apara la ocasión no podía dejar en manos extrañas la masterización de este su barco de reseña, y han contado con la figura de Jens Bogrem (Opeth, Paradise lost) y del propio grupo para la grabación, dando lugar a un trabajo sobrio y bien realizado, quizás un punto demasiado limpio para lo que es el grupo.
El disco, no se bien si ha sido por el revulsivo de Alissa ha dado un paso adelante de forma compositiva y asentado del grupo y no creo equivocarme que estamos sin duda delante del mejor disco de los Arch Enemy y delante de uno de los mejores discos del año sin duda.
