Estamos apenas a unas horas de la nueva edición de Eurovision y totalmente ajeno a este evento, he de confesar que siento rabia cuando me llegan discos como este de Alms titulado «The Trial» lanzado el pasado mes de abril, y ene el que nos encontramos con una obra magnificente y llena de música internacional, con un solo componente, Aitor Lucena , y que evidentemente, será ninguneada fuera de las esferas que no sean adeptas como nuestro medio. Ellos se lo pierden. El interés de Aitor Lucena, según él mismo nos presenta por la música «le fue aumentando obsesivamente a lo largo de los años. Luego de crecer con la música de bandas y músicos como Supertramp, Kansas y Jethro Tull (por mencionar algunos), definitivamente salta a la música junto al Heavy Metal, asombrado por el poderoso sonido de Iron Maiden, Helloween y Blind Guardian (nuevamente , para nombrar unos pocos)».
Sin embargo el músico después de un proceso de maduración se decanta por un labrado y detallista estilo enraizado al progresivo y sinfónico mas aquiescente con las tablas de unos Pink Floyd algo que apreciamos en la inmensa obra que es «The Trial».
Muy significativo es lo que nos enseña en su biografía y que es fundamental para entender este trabajo: «Aitor Lucena se convierte en un prog-head y comienza a experimentar con cosas “raras”: compases extraños, cambios de tempo, suites de larga duración… así que había llegado el momento de formar una banda progresiva por sí mismo. Pero dado que el Rock Progresivo no es muy popular hoy en día (especialmente en España), la tarea no sería fácil».
Y a eso decir lo de Eurovision. Es una pena que la industria siga ninguneando a unos músicos tan completos y se dedique mas al petardeo Naif, que no aporta absolutamente nada y obvie obras tan complejas, ricas e intensas como es este trabajo. La estructura es de 10 cortes en los cuales se desarrolla una historia conceptual, una conversación que enfrenta el bien contra el mal, simplificados en la figura de Alms en la que es juzgado por dios al cometer los 7 pecados capitales. Dios es representado por Aitor Lucena y su contrapartida es Maria Volkova. La idea es la confluencia filosófica sobre la interpretación católica de la cuestión de los 7 pecados capitales y la propia versión del autor.
Siguiendo esos parámetros, tenemos una obra ígnea y absoluta, muy del estilo de unos Avantasia, si estos les diese por el progresivo. Hay muchas atmósferas, y mucho ambiente, algo que pide un trabajo como este. Esta claro que hay mucha música y muchas ideas, pero aquí viene su talón de Aquiles. ¿Cómo accedemos y entendemos una obra, que en síntesis, es una opera? Sí, hay rock, hay estructuras asequibles, pero no son las que predominan, a contrario, predominan unas estructuras complejas y de hondo calado, lo que dificulta a un oyente neófito acceder al total de la historia. Así con eso, tampoco tiene momentos especialmente explosivos que hicieran entender al oyente el concepto, o lo captara, si no que resulta una obra para oídos avezados, valientes y con mucha escuela musical, lo cual puede ser un obstáculo para alguien que quiera acceder a tan magna obra.
Por otro lado, si te has metido entre pecho y espalda el Dark Side of The Moon, este disco será uno de esos discos que saborees con fruición absoluta.
Josean Zombie.
