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¿ES YOUTUBE LA MUERTE DE LA MÚSICA?

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Octubre de 2017, sentado delante de mi ordenador, comienzo uno de mis periódicos artículos sobre los que me dan por reflexionar…. y en este caso me da de pensar lo siguiente, ¿es Youtube la muerte de la música? Analicemos la situación:

Entro a tan famosa plataforma, que conoce mis gustos mejor que yo, cosa que ya me pone algo nervioso, todo hay que reconocerlo, y de sopetón me encuentro con el último disco de Obituary, disco que por cierto, tuve en mis manos el otro día en el Fnac de Madrid, a un módico precio, que no diré por aquí, pero que sin duda excede de mi bolsillo exangüe.

Ah! la puñetera piratería… ¡espera! que no, que no es piratería, que es el propio sello el que ha subido el disco…. Bueno, pues no le voy a hacer ascos, vamos a escucharlo.

Aquí entra el articulo, ya que me voy a reservar la opinión sobre el disco… de momento. Pero hay algo que esta claro, ya no quedan prácticamente irreductibles discográficas que ignoren esta plataforma, y en formato streaming, y eso si, cuajado de publicidad, te ponen el disco completo para que te solaces en su escucha. Sellos como Metal Blade, como Relapse, sin entrar en consideración sellos Españoles como Rock Estatal o Maldito Records que ponen los discos íntegros para que los escuches de forma legal, ya que de otra forma, se subirían de forma ilegal por algún seguidor con cara mas dura que el cemento.

Sin embargo, Youtube es un buen termómetro de la popularidad de la música. Si tu disco es escuchado de forma masiva, tienes unos ingresos que Youtube garantiza. ¿es la solución? Bueno, si nos atenemos al Youtuber Wismichu el mismo que compartió un pantallazo a partir de la herramienta de medición que proporciona el mismo YouTube sobre un video suyo. De éste mismo se saca en conclusión que alcanzando los dos millones de reproducciones te dan un margen de 100 dólares y si llegas al millón estarías en los  44,75 euros.

Leo Jiménez, uno de los grandes de este mundillo, lleva exactamente, en este momento 121.393 visualizaciones de su último disco «La Factoria Del Contraste»… ¿merece la pena?. Creo que las cifras hablan por si solas teniendo en cuenta, ademas, de la gente que dejará de comprar el disco al poder tenerlo de forma inmediata en la plataforma.

Probablemente penséis que el no aparecer en Youtube comporte el estar muerto como músico, dado el poder de las redes sociales y su poder como escaparate, y de la tan cacareada vida digital que nos acompaña a todas partes, o que el hecho de aparecer en plataformas como Spotify nos liberen de comprar discos por el mismo hecho de que, los músicos, cobren por reproducciones. En este aspecto puedo deciros que la plataforma Spotify es sin duda otro gran agujero para los músicos, y que tristemente es defendida por ser uno de los pocos sitios en los que los músicos cobran por sus reproducciones, de forma raquítica y rácana, pero cobran al fin y al cabo.

Por eso os digo que las tan cacareadas redes sociales, el hecho de poner el disco en streaming, no hace sino devaluar el trabajo del músico, ya que pone a disposición de la gente el concepto de que la música es gratis, y le quita todo su valor, toda su fuerza. Y aquí no cabe el pensamiento de que el músico vive del directo. No todos son Leo Jiménez, y aún así, dudo que la vida del directo le permita sufragar gastos, y vida familiar. Tampoco tengo claro que esa publicidad que aparentemente, redunda en el músico, llegue realmente a el.

En este aspecto sabemos la canibalización de la SGAE, sin embargo, hoy mas que nunca se necesita una sociedad de autores, que fuera de mafias, vele por la salud económica de esta industria, y del músico en particular (¿donde quedan aquí los sindicatos? otra pregunta que dejo en el aire).

Es complicado, pero cada vez que escuches un disco en Youtube, en Spotify, o en cualquier medio digital gratuito, por muy legal que sea, contribuyes negativamente a la rueda que desde los tiempos de poder de la radio F.M. ejercía sobre los derechos del músico, y por tanto de su sustento.

No hay medias tintas, si te gusta este estilo, necesitamos de la fuerza del comprador, de la fuerza de las tiendas pequeñas, fuera de las grandes cadenas que vampirizan las migajas del negocio, el apoyo de la música en vivo, de la venta de merchandising, del underground vivo que compraba maquetas de grupos que empezaban, a pesar de sonar como el culo (y no digo ya, el daño que haces si lo compras y lo subes de forma ilegal). Eso es síntoma de vida musical, de cultura y hoy ya no existe. Es cierto que no se pueden poner puertas al campo, y que Youtube es una plataforma que bien utilizada, es un escaparate formidable, pero recalco que poner un disco completo, aunque sea de forma legal, es intentar apagar el fuego con gasolina.

Por tanto, hoy voy a reivindicar a un músico amigo, que fuera de modas, sigue apostando por el discman para oír música. El lleva siempre el disco original, comprado, con un sonido perfecto, apoyando a la escena y lejos de modas, actitud que se ha perdido y que desde aquí reivindico como la única solución para nuestro género, un género que esta perdiendo grupazos por la desidia, por la masificación, y por la vanalización de un trabajo que detrás lleva un sacrificio brutal. Esa es la actitud, del melomano enamorado de la música que huye de modas y apoya todo esto. La solución, como siempre, pasa por ti.

Josean Zombie.

 

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