En ocasiones la divina providencia puede ser realmente hija de puta. En días pasados, rondaba yo la idea de hacer un artículo en relación a una de las cosas mas importantes y que en su día me empujaron a hacerme heavy, y que no es otra que las magníficas portadas de nuestro mundo musical. Y en estas que me entero del fallecimiento de un ilustrador de talento excepcional como es Carlos Diez, fallecido recientemente, un ilustrador que me recordaba en su estilo de la escuela del maestro Sorayama y que nos amenizo las pupilas con portadas realizadas a grupos como Lujuria o Easy Rider entre otras muchas. Vaya desde aquí mi mas sincero pésame a la familia.
La gente no lo recuerda pero la escuela pictórica de nuestro país es de champions ligue publicando nuestros artistas de forma internacional, con el ejemplo de antes, o sin ir mas lejos el ilustrador Luis Royo que ha trabajado para nuestra escena (Alqvimia-Avalanch) de diversas formas; aún recuerdo el concierto en el que el grupo Avalanch presento el concepto Apocalypse junto al ilustrador fusionando el mundo pictórico con el musical.
Y para ser francos, y le pese al músico, ¿que es lo primero en lo que se fija alguien para coger un disco? No es en la música, a no ser que te hayas hecho un nombre que evoque una canción solo con recordar al grupo en cuestión, si no en la portada. Una buena portada hace que se te gire la cabeza al verla, sin que realmente conozcas al grupo, adentrándote ya en primera instancia, en el universo del disco, en su historia, en su atmósfera, de la que luego te sumergirás con su música, realizando una obra redonda.
No puedo explicar con palabras lo que me sugirió una de mis portadas favoritas, el «Seventh son of a seventh son». Su autor, el británico Derek Riggs, en este álbum hizo probablemente una de sus cumbres como ilustrador, realizando una portada inquietante, fuertemente onírica, sin embargo luminosa y aterradora sin caer en los clichés de las portadas, cogiendo la idea para el disco, conceptualizada de la obra de Orson Scott Card sobre el que el álbum se basa la novela de fantasía Seventh son (séptimo hijo) primera parte de una serie de cuatro libros publicado en 1987.
Su trabajo, en este disco, que continuaría con ilustraciones como la increíble «The clairvoyant» en el interior del mismo, (sin obviar que estamos delante de uno de los discos incunables del rock de todos los tiempos) le proporciono al grupo unas ventas de merchandising que a buen seguro a día de hoy aún les hacen ganar dinero.
¿Alguien conoce en la sala a un grupo como Uriah Heep…? Claro que si, a buen seguro conoces sus álbunes, sus discográficas, su trayectoria. ¿No? Sin embargo a buen seguro conocerás la mítica portada de su disco «Abominog» del año 82 que consiguió, y estoy seguro gracias en parte a su impactante portada, un éxito de ventas en un grupo que no vivía en aquel entonces sus mejores momentos.
Siempre puedes hacer una portada polémica, como la de Cannibal Corpse y su «Butchered at birth» prohibida en Alemania hasta tiempos relativamente recientes, consiguiendo uno de sus discos clásicos mundiales, estilo que seria copiado ad nauseam intentando rizar el rizo de lo macabro y soez, pero esta portada es realmente inquietante, gore: la belleza serena de la madre descuartizada, y su vástago recién nacido, en manos de los walking deads, ya te pone en alerta de lo que sucederá a continuación…. brutal es quedarse corto, y por ende, no creo que hayan podido vender mas discos y mas camisetas a posteriori que con esa portada, un culmen de lo atroz.
Porqué esta claro que no siempre hablamos de calidad cultural, que también, si no de impacto… y si es inciso contuso el impacto, mejor que mejor, como la icónica portada de Mayhem con su cantante Dead haciendo honor a su mote, despues de abrirse la tapa de los sesos y de paso convirtiendo en grupo de culto gracias a este tipo de pasadas.
No creo que les ayudase a vender mas, pero sin duda si a hacerse un nombre, ademas haciendo también escuela, como demostraría el estudio Metastazis de la mano de Jean-Emmanuel Simoulin y la portada del disco de 1994 «Glaciation», con el modelo de portada mostrando unos parches en su espalda cosidos a su piel… directamente, mientras un joven Vark Vikerness nos observa desde el mismo parche…. (ver foto de portada).
Podría hablar eternamente de este tema apasionante, único en el mundo musical ajeno al rock, y por supuesto entrar en aquellas portadas míticas realizadas por fotógrafos que consiguen trascender la imagen y contarte una historia, como el «London Calling» de los Clash, foto de Penny Smith, pero esto solo esta en manos de los mas grandes, y en ocasiones de la providencia de estar en el momento oportuno, tal y como es el caso.
Por tanto, no lo dudes, si pones una portada negra en tu trabajo, y si en su interior no hay algo del calibre del «Back in Black» o del «Metallica», dos de las portadas mas sosas y feas de la historia, a buen seguro tu disco no tendrá un buen comienzo, ni tan siquiera un buen arranque. Y en un mundo saturado de grupos, de photoshop de andar por casa, si quieres despuntar dentro del marketing y vender tu disco y tu merchan, necesitas una buena portada que llame la atención.
Josean Zombie.
