Imagino que como punto común a todos los ámbitos de la música internacional, el rock tiene un punto genuino, permitirme la expresión, provincial, interiorista, un sonido único y personal. Grupos de la talla de Leño, los propios Ñu e incluso me atrevería a meter en el mismo saco a gente como Baron Rojo u Obús, macarras y personales. Respuestas del momento político y social español y auténticamente genuinos de aqui.
Este movimiento no es el único… podría nombrara a Barricada, a Saratoga inclusive… y sobre un movimiento personal y particular nuestro a sido el nacimiento de grupos como Marea, Poncho K, Albertucho, Retales… de Extremoduro a Luter pasando por Boikot o Sinkope.
Ekko desde el 2013 milita en este camino personal del rock, un rock que mira la prosa poetica como pilar fundamental de su música, con un rock urbano, joven que tiene siempre la virtud de tocar la fibra del oyente. Este trabajo constituye un paso en firme consolidando el sonido honesto y rockero del grupo, solo que en este trabajo observo una especial sensibilidad que no tenia el anterior, algo mas rockero. Esto último no lo señalo como algo malo, sino a contrario, es una evolución positiva.
Como cualquier otro oyente, uno tiene sus preferencias musicales, y la senda de Marea hace tiempo que la deje de lado… a pesar de reconocer que me fliparon en su momento y que a posteriori le han salido clones de debajo de las piedras, pero he vuelto a encontrar esa sensación magnética y adictiva de un disco que pase las veces que lo escuche, no me cansa… tal es el trabajo de «Ekko y Las Leyes De Su Jauría» grabado y mezclado en Sputnik Recording Studio, siendo masterizado por Juanjo Muñoz en el Cat Mastering (El Vendrell Tarragona) .
Entramos en el trabajo con «La Espiral», un tema que rezuma sentimiento y rollo rockero brutal… ya desde el primer tema las melodías de guitarra, la voz arenosa, y la base rítmica te ganan en un momento. Mas abierta y luminosa resulta «Dame Tiempo», canción en la que reina las líricas, con un escenario rockero adherente y un punto comercial que no le queda nada mal al tema.
En «El Son De La Lógica Y El Corazón» el grupo vuelve a mostrar grandes capacidades en sus partes melódicas, tocando en la puerta del oyente, entrando por el corazón de las líricas.. preciosa sin ambages. Pero este trabajo es un trabajo de rock, y si eso es lo que quieres, «Cenizas» es un trallazo en toda regla que te invita al movimiento espasmódico del cuello, con su personal melodía central.
Uno de los grandes temas de este disco es sin duda «Luna De Octubre» que me encanta ya que soy bastante fan de Sinkope y aquí colabora el Señor Vito en este otro trallazo de rock abrasivo. Otro tema que pone difusas fronteras entre grupos, pero no se le puede negar esa especial sensibilidad rockera y un toque adictivo brutal…
Después de un temazo que resulta de «Luna De Octubre», seguimos con «Resurgir» un medio tiempo netamente comercial, navegando entre la balada y el tema de rock con su punto eléctrico.. que no esta mal pero no me dice mucho después de lo visto hasta ahora.
Seguimos sin coger aliento con el «Teorema De La Polaridad». Aquí el sesgo de la melodía se vuelve aquiescente con sonidos tipo «La Fuga»… pero eso no resta interés ni energía a un tema que envuelve, zarandea y deja exhausto al oyente. Temazo, y punto… «Batallas Perdidas» es un tema que tiene sin duda un cierto aire funk con ese bajo volante… luego le metemos un estribillo cabalgante y sale un corte distinto, fresco que sirve como punto de inflexión dentro del trabajo. Un corte que me sabe a mis queridos «Retales».
Otro corte crudo y salido de las entrañas, poderoso en las rítmicas con guitarras potentes envolviendo la bis arenosa de las líricas surge «Naufrago Del Tiempo» , imposible para mi de escuchar sin volver a ponerlo otra vez. Entrando en el tema que da titulo al disco, entramos en «Las Leyes De Su Jauría» pura prosa intimista e introspectiva, música del alma para el alma… no soy de baladas, pero reconozco que me pone la piel de gallina en cada escucha. Esto llega a final con «Como Una Brisa» un final personal y con la firma de Ekko, frisando el el equilibrio entre melodía y rock crudo.
Un disco que tiene, por supuesto, un sonido ya transitado, múltiples influencias y referentes tangibles que pueden echar atrás a algún oyente despistado que piense en un refrito de grupos consagrados, pero Ekko sabe salirse de la senda aplicando su propio sonido, su propio carácter, y firma un trabajo que gracias a la grandeza del rock, toca la fibra sensible del oyente y lo atrapa en su sonido, un gran trabajo lo mires como lo mires.
JoSeAn ZOmbiE.
