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Cambio de negocio, perspectivas en la industria musical del Rock.

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Año 2009, hace ya diez años, iniciamos timidamente nuestro bagaje musical, concretamente en el area de la prensa con un pequeño podcast, «la Isla Negra Radio, dentro de otro programa, el desaparecido Fan Metal Show. Una década para conocer todo lo que acontece dentro de la industria, conocer y saborear los cambios estructurales de una industria que, definitivamente, va camino de convertirse en un eterno agónico, una especie de muerto en vida que se resiste a desaparecer, pero que aún colea.

Desde entonces muchas cosas han cambiado, también otras han permanecido, y seguimos sin saber afrontar los cambios que nos pide este mundillo. Esta vez no vengo a lamentarme, si no analizar el escenario que nos observa y envuelve.

De entonce a esta parte nos encontramos cambios. Por aquel entonces, con un Youtube incipiente, el futuro se adivinaba en varios ambitos: uno el poder de las plataformas musicales como Spotify, Soundcloud, y derivadas. A día de hoy estas plataformas distan mucho de reinar ante un poderoso reinado de un gigante que no estaba pensado para ello como es Youtube, y del que ciertamente no podemos luchar. Como un ejemplo, las grandes discográficas han terminado por claudicar ante este fenómeno y hemos pasado de férreos controles ante los discos, a ponerlos ellos directamente e intentar monetizar las escuchas a través de anuncios. Paupérrimo panorama, máxime cuando Youtube a restringido este aspecto minimizando las visitas, por lo que apenas creo que se puedan generar en este aspecto valores monetizables tangibles. Esta claro que un poderoso videoclip puede ayudar en este aspecto, también el apoyo de políticas de anuncios, tanto en Revernation como en Facebook, ayudando a una digitalización implícita que desemboque en más visitas en Soundcloud como en otras plataformas digitales como Apple Music, o la propia plataforma musical de Youtube.

Ante un público que ya a las claras afronta la música como un consumo de usar y tirar, quitándole el misticismo y el romanticismo del culto, del amor a lo físico, esta claro que el CD ha muerto, y reina lo digital, todo un claro oscuro para un genero fuertemente «analógico» como es el rock. Sin embargo, no es del todo cierto que haya desaparecido del todo el CD. Hemos pasado de discográficas que se encargaban de todo, a ser la discográfica la que cobre al músico por todo. ¿os suena? Discográficas como Rock Estatal, Art Gates, The Fish Factory sobreviven habiendo invertido el formato, la relación del músico con su discográfica, en el formato que se resiste a desaparecer, por ese mismo romanticismo que los músicos de a pie se resisten a perder al editar un trabajo, que en la mayoria de las ocasiones termina almacenado cuando no directamente regalado.

No podemos obviar que, paradojicamente, hay más música que nunca, pero la perspectiva global de cine y de música popular es pasar por las descargas digitales o por el streaming, servicios como Amazon Prime, netflix, o HBO, ¿te plantearías una tarifa plana de música, de tu sello favorito con tus grupos favoritos? Ahí lo dejo.

Salvando esto último, debemos afrontar una perspectiva diferente en lo que nos atañe, lo cual deja al músico con un panorama que debe afrontar si quiere vender su producto. Lo primero es saber que tienes un producto, y como tal necesita un público que quiera comprarlo. No vale ya como decía el difunto Manolo Tena «soy como una vaca, doy leche, que sea el vaquero el que la venda», ahora tu producto debe tener puntos distintivos que lo diferencien de la plétora de ediciones que existen a diario, ademas de tener que salir a buscar a ese comprador que quiera tu trabajo. No vale ya ser solo músico, tambien debes ser comercial, y ser consciente de que debes vender. En este aspecto creo, muy a mi pesar, que debemos ir pensando en ir enterrando los soportes fisicos, y optar por una venta digital del producto, quizas singles de un tema digital, o que contenga premios como temas inéditos, merchan, cosas que en el crowdfounding han mostrado funcionar.

La segunda parte: Puedes caer en la tentación de dejar en manos de tu manager la gestión de todo esto, y dedicarte por completo a sacar temas y más temas. A este punto todos conocemos a las nuevas generaciones de managers que han salido al calor de los vientos de los mentores musicales y coachers de la industria. Aquí soy escéptico. No dudo del carisma, de la profesionalidad, de la gestión, y ejecución de su labor, pero creo que la figura del manager siempre estará enfocada a ser un gestor de tú trabajo, no un mago que te consiga entrar en el olimpo de los dioses. Eres tú quien debe enfocar y dirigir tu trabajo, buscar, en conjunto con el manager, tus mejores bazas, como enfocar el show y afrontar un escenario de atomización musical al que nos enfrentamos.

En este aspecto, no tengo duda de que el espectáculo, sin ser garantía de nada, es algo inherente a destacar, o no, dentro de la escena musical, ya en el plano del directo. Pocos grupos hay que ofrezcan un directo tan absorbente y potente que por si solos sean garantía de un show de diez que atraiga al público. Ya vengo observando que los grupos están incorporando espectáculos que los abren a otro tipo de shows. Me parece un rotundo acierto que los acerca ademas a un público no necesariamente adepto al rock, pero que puede ayudar a los números generados en el directo.

Por otra parte dejamos el análisis de por qué los conciertos no atraen a la gente joven, por qué los nuevos grupos tienen siempre una media de edad de entre 30/40 años. No se aprecia en los chavales que les llame la atención este genero musical, y sin público, no hay ventas, sean las que sean. Este aspecto me parece interesante, y preocupante, y dudo de saber la respuesta. Quizás el fracaso,tal vez, de los canales televisivos musicales, y el no saber transmitir por parte de los youtubers/medios del rock la energía y la parte salvaje y divertida del genero, el exceso de grupos, la falta de ideas novedosas,  este llevándonos a una progresiva y decidida subida de la edad media del público los conciertos.

Hay que reinventarse ahora o nunca; el flamenco se ha vestido de un aura de modernidad, de cultura naïf, cuando ha guiñado los ojos a géneros como el blues, como el Jazz. Nosotros debemos buscar ideas, trabajo, y de nuevo dejar de mirarnos todos al ombligo para buscar como volver a esa era dorada de los ochenta, en pleno siglo XXI y hacer rentable tu proyecto musical.

Josean Zombie.

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